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Rumbo económico y político

Rogelio Frigerio sostuvo que el país tiene una crisis de desconfianza


El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, sostuvo este martes que el país tiene una crisis de desconfianza y que se disipará cuando se anuncien los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con los gobernadores por el presupuesto 2019.

En una entrevista en Radio con Vos, Frigerio sostuvo: «Acá hay que tener mucha templanza, tranquilidad y calma. A la incertidumbre y los miedos hay que dejárselos a la gente, que tiene derecho a tenerlos, porque el momento que estamos pasando no es fácil».

El ministro dijo que el gabinete tiene que «transmitir tranquilidad, calma y confianza en las cosas que se están haciendo, en la negociación que está teniendo el ministro de Economía con el FMI para conseguir los recursos que saquen a la Argentina del mercado definitivamente por lo menos hasta 2020».

Consultado sobre si presentó su renuncia, Frigerio aseguró que los ministros son «fusibles y prescindibles», y que hay que cuidar siempre al Presidente. «Mi renuncia siempre está a disposición del Presidente», indicó. «Creemos que el radicalismo como socio fundador de Cambiemos tiene que tener presencia activa en el Gobierno y eso, en un cambio de gabinete como se estaba dando, podía darse esa negociación», acotó el ministro.

Acerca de la caída de los bonos y la reacción de los mercados, Frigerio reconoció que el país tiene una crisis de confianza y subrayó que hay que mostrar hechos concretos, no sólo los anuncios. Esos hechos son, para el ministro, el acuerdo por el presupuesto y el nuevo acuerdo con el FMI que amplía el programa financiero para el 2019. «Eso está esperando el mercado, hay que aceptarlo, porque claramente tenemos una crisis de credibilidad y confianza que es producto del presente y de décadas en las que Argentina siempre incumplió los compromisos», agregó.

Para recrear la confianza, Frigerio insistió en que hay que generar un acuerdo para un presupuesto con equilibrio de las cuentas públicas y consiguiendo la posibilidad de que los principales países «den una mano». «Esos son los gestos y estamos trabajando contrarreloj para dar esas señales que están esperando, y hasta que no se logren concretar es díficil lograr revertir esa situación en el cortísimo plazo», manifestó.