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Aterrizaje en Alta Montaña

Rescatan a siete integrantes de la comitiva oficial


Siete de los trece integrantes de la comitiva presidencial que debió aterrizar ayer preventivamente en una zona de alta montaña de Catamarca, entre ellos el vocero presidencial Ivan Pavlovsky, fueron rescatados esta tarde en un helicóptero, según informó al canal de cable TN Ernesto Soria, oficial de bomberos que participó del rescate.

 

Entre los pasajeros, se encuentran el vocero Pavlovsky; el jefe de la custodia de Mauricio Macri, Alejandro Cecatti; el secretario privado del Presidente, Mariano Lomolino y el encargado de las redes sociales del mandatario, Isidro Escalante. 

La comitiva presidencial se dirigía ayer de Salta a Santiago del Estero acompañando la actividad presidencial.  

Según precisó Presidencia, el piloto del helicóptero -perteneciente a la Fuerza Aérea- realizó dos intentos de aterrizaje en Río Hondo y uno en Tucumán, pero no pudo lograrlo por el peligro de «engelamiento» de las piezas vitales del aparato. 

Se denomina «engelamiento» al congelamiento de las gotas que caen sobre la estructura de una aeronave en vuelo y puede afectar su desempeño. Cuando se produce un problema de ese tipo las áreas más afectadas son el borde de ataque de los perfiles alares, hélices, antenas y otras partes similares. 

«Ante esa situación y tomando en cuenta la posibilidad de quedarse sin el combustible necesario para cualquier maniobra, el piloto buscó una zona despejada para aterrizar, que encontró en una zona de montaña, a casi 3500 metros sobre el nivel del mar, en Catamarca, muy cerca del límite con Tucumán», se explicó en un comunicado. 

Tras el aterrizaje, Cecatti utilizó un teléfono celular satelital para solicitar ayuda, tras lo cual los brigadistas iniciaron el operativo de rescate a pie en horas de la noche, ya que se reportaban malas condiciones climáticas y baja temperatura.  

La jefa de Bomberos indicó que al momento del aterrizaje, los tripulantes se comunicaron con Defensa Civil y reportaron que «estaban bien, totalmente ilesos y que contaban con combustible para encender la calefacción, no así con mantas».