Tras la conferencia, los economistas Esteban Guida y Ana Inés Navarro hablaron con CLG y analizaron el discurso de la nueva ministra de Economía de la Nación
La ministra de Economía, Silvina Batakis, ofreció su primera conferencia de prensa como funcionaria nacional en la que comunicó varias medidas, como inicio formal de su gestión.
Las principales medidas con impacto fiscal que comunicó están relacionadas a modificar la ley de Administración Financiera para que todos los organismos del sector público realicen sus erogaciones de forma eficiente a través de un sistema de Cuentas Únicas. Este nuevo sistema de planificación de los recursos del Estado permitirá un ahorro de $ 600.000 millones.
En este sentido, se ampliará el congelamiento de ingreso de personal a todos los organismos del Estado y se va a migrar al Ministerio de Economía el organismo fiscal de evaluaciones inmobiliarias, con el objetivo de homogeneizar las valuaciones de todo el país.
Además, se creará un Comité Asesor de la Deuda Soberana en Pesos y se prevé avanzar en un esquema de tasas de interés positivas, es decir por encima de la inflación.
Batakis: «Creo en el equilibrio fiscal, no se va a gastar más de lo que tenemos»
Por último anunció que las cuotas presupuestarias mensuales que otorga el Ministerio de Economía a la Administración Nacional se liberarán en línea con la proyección de caja real, se respetará el esquema de segmentación tarifaria para los usuarios de gas y electricidad previsto en el decreto 332, en el que el 90% no tendrá nuevos aumentos en sus facturas en lo que resta del año.
Tras la conferencia, los economistas Esteban Guida y Ana Inés Navarro hablaron con CLG y analizaron los anuncios: «Esto es un poco más ortodoxo que (el ex ministro de Economía) Guzmán», señaló Guida en sus primeras palabras.
Por su parte, Navarro expresó: «Habló de que para ella es importante el equilibrio fiscal. Cómo lo piensa lograr se pone complejo, porque por un lado mencionó una cuenta única para controlar el gasto del estado, del congelamiento de ingresos al sector público, de tener un criterio de caja para gastos y cuando uno mira este tipo de medidas es compromiso a no seguir aumentando el gasto pero eso ya está en niveles súper alto por lo tanto para ir a un equilibrio fiscal no alcanza con no aumentarlo, sino que hay que bajarlo».
«De eso no dijo nada porque todos los egresos están altos, ya sea en los subsidios, en los gastos de energía, en los paliativos para la pobreza, y digo paliativo porque tenemos una tasa alta en torno al 40%«, amplió la docente de la UNR y la Universidad Austral.
En su análisis también mencionó el movimiento de los mercados y sostuvo que «la situación no cambió demasiado y el riesgo país sigue subiendo. La ministra no comprende que los mercados paralelos y la caída de los bonos argentinas muestran confianza o no en que Argentina disminuirá realmente el déficit fiscal o cumpliendo el acuerdo con el FMI».
Para la economista, que es la gerenta de Investigaciones de la Fundación del Banco Municipal, esto se debe al «desacuerdo que hay dentro del partido gobernante» y que a pesar de los anuncios seguirá la «alta volatilidad y la inflación de junio será otro cimbronazo que llevará la cifra del 2022 camino a los tres dígitos».
Para Navarro, las declaraciones de Batakis están relacionadas a una «expresión de deseo» y descartó concreciones sobre los temas que tocó, aunque aclaró: «En caso de que se instrumenten bien algunas cosas, todo apunta a no seguir aumentando el déficit fiscal. Para hacer una comparación, es como que tu vecino acumula basura, mucha basura, y un día viene y te dice que va a tirar todos los días la basura que genere. Eso es bueno, pero entonces, ¿Qué hacemos con lo que ya está acumulada? ¿Qué vas a hacer para intentar detener esta bomba que en el caso del gasto es económica? En cualquier traspié pone a la Argentina en un sendero que no queremos ni pensar».
Sobre el final, la docente lamentó que no haya nombrado «ni una palabra sobre la emisión monetaria» y argumentó: «Me parece que el gobierno un poco se da cuenta que está en una situación bastante crítica, pero no está tomando las medidas para salir de eso».
A su turno, Guida, que integra la Fundación Pueblos del Sur, agregó: «En una parte habla de mantener la tasa de interés elevada y eso no apunta a la inversión. Ahí hay una pequeña contradicción de la idea de generar trabajo y de mantener las políticas macro económicas que se anunciaron. Evidentemente las cuestiones están puestas en bajar el déficit fiscal y mantener las pautas con el FMI».
Guida marcó que en el diagnóstico que ofreció la ministra «no hay ninguna descripción de la circunstancia del aparato productivo» nacional: «Ella (por Batakis) dijo que la estructura está intacta y parece que quiso decir que no merece cambios o transformaciones. Eso pasó rápido en el discurso pero me parece central, porque los problemas que se vienen viendo no está en el diagnóstico de la ministra y según ella todo recae en el contexto internacional».
En esta línea planteó que «si uno piensa que la matriz productiva es la que corresponde y solo hay que superar una crisis internacional, no habrá intenciones de modificarla».
Por otra parte, las medidas fiscales que manifestó Batakis «son de tipo ortodoxas», dijo Guida y deslizó que es una «diferencia de lo que se suponía con este gobierno«. El economista señaló que la titular del Palacio de Hacienda «esta proponiendo un conjunto de medidas estrictamente técnicas, pero todas apuntan a cerrar el déficit fiscal, suspender la incorporación de personal en el estado y a llevar a una reducción del gasto público».
«Todo ello cumpliendo con las metas del FMI», puntualizó Guida y añadió: «Para quienes pensaban que la ministra podía tener una mirada más productivista, eso no tiene nada que ver con los anuncios. Cualquier persona con tendencia neoliberal debería estar satisfecho con los anuncios de esta mañana».
Por último, el economista manifestó que «más allá de lo que se dice, este gobierno fue consistente con el programa que se presentó junto al FMI y todos los ministros estuvieron alineados. Si el presidente no cambia el rumbo no tiene porque hacerlo la ministra».