El Reino Unido acusó este jueves a «elementos del gobierno de China» de una «amplia campaña de ciberataques» perpetrados en Europa, Asia y Estados Unidos para acceder a propiedad intelectual y datos comerciales «sensibles».
Los ataques «casi con certeza» continúan contra «a una variedad de empresas globales» a fin de acceder a «secretos comerciales», destacó el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
En tanto, el Centro Nacional de Seguridad Cibernética (NCSC, en inglés) del Reino Unido atribuyó la autoría de los ataques a un grupo conocido como Advanced Persistent Threat 10 (APT 10), que actuaría «para el Ministerio de Seguridad de Estado chino», informó la agencia EFE.
Este grupo es el responsable, al menos desde 2016, «de una campaña de actividad contra proveedores de servicios gestionados (empresas de gestión informática remota)», señaló el NCSC.
La campaña, conocida como «Cloud Hopper», buscaba información comercial sensible y de propiedad intelectual de esos MSP y sus clientes, y «es altamente probable que los accesos se usaran para perpetrar espionaje comercial», señala el comunicado emitido en Londres.
El NCSC considera «altamente probable» el hecho de que este grupo «mantiene una relación duradera con el ministerio chino de Seguridad de Estado y opera según los requerimientos del Estado chino».
El titular de Exteriores del Reino Unido, Jeremy Hunt, instó a China a «detener» la «intrusión cibernética más significativa y extendida» contra varios Estados «descubierta hasta la fecha».
Además, acusó al país asiático de violar los compromisos adquiridos con el Reino Unido a nivel bilateral en 2015 y como parte del G20, cuando China se comprometió entonces «a no efectuar ni apoyar el robo de propiedad intelectual o secretos comerciales mediante soportes cibernéticos».
El ministerio de Exteriores no especificó qué otros países fueron afectados por esta campaña, que constituye la primera vez que Londres acusa abiertamente al Estado chino de una campaña de ataques informáticos y espionaje digital.