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Por José Odisio

Refuerzos se buscan: sin plata, el mercado se torna complejo para Newell’s


Por José Odisio

“¡Refuerzos!”. “¿Ya llegó algún otro refuerzo?”. “¡Cierren a alguien ya por favor!”. Las frases se repiten día a día en el mundo Newell’s. En las redes sociales, en la calle, en los grupos de WhatsApp. Hay una ansiedad lógica producto de la angustia que significa pelear por no descender. Y ver que se dilata tanto la llegada de los jugadores que pidió Kudelka crispa los ánimos.

El hincha está enojado, malhumorado, preocupado. No le importa si la demora es por falta de plata (factor importante), por una mala gestión, o porque Kudelka prefiere esperar un poco por nombres que son de su agrado sobre otros ofrecidos que tal vez ya estarían en el Parque. El ejemplo es Ribas, que hace días apareció como opción y el DT lo descartó. Confía en tener otro de mayor nivel, o al menos uno que él considera más fiable. Y esa espera de Kudelka empieza a transitar el límite de tiempo adecuado. Aunque aún faltan tres semanas para el inicio del torneo, tener los refuerzos ahora representa una ventaja, aunque muchas veces la costumbre sea que vengan a horas del inicio del torneo.

Hay una cuestión de billetera innegable. Newell’s espera por ingresos. Hace ofertas sobre ingresos a futuro que no tienen fecha cierta. La plata de Lisandro Martínez, los 800 mil euros de Ponce, la venta de Barrenechea, el fideicomiso. Por ahora es más ficción que realidad. Y sin plata, el mercado se torna complicado.

El tema refuerzos quita el sueño. A punto tal que muchos consultan las redes a la madrugada confiados en una noticia positiva, como sucedió con el anuncio de Gentiletti. La realidad es que faltan tres o cuatro titulares. Kudelka lo sabe, la dirigencia también. Si los nombres son interesantes, de sobrada capacidad, seguramente la ansiedad y la angustia pasan a mejor vida. Por ahora, es imposible que suceda.