Por José Odisio
Newell’s va a apostar fuerte a los pibes de inferiores, pero el vicio de pedir refuerzos está en el gen de los técnicos y Llop quiere tres jugadores para cubrir sectores donde considera que no tiene alternativas confiables.
La dirigencia se movió rápido antes de que empiece la feria judicial y logró que Bellizia le autorizara la llegada de tres futbolistas, siempre que lo hagan a préstamo y sin cargo ni comisiones de intermediarios. Y en ese línea ya hay refuerzos casi definidos.
Hernán Bernardello ya está; Mauricio Sperduti tiene la palabra tras una oferta tentadora por dos años de contrato; y el Cuqui Márquez es el apuntado como nueve. Y la pregunta obligada es: no hay en Newell’s juveniles que emparden estos nombres?
La realidad es que Llop apuesta a tener algo de experiencia y sumar gente con pasado en el club que pueda asumir el rol de líder en un vestuario donde la salida de Maxi y Nacho dejó un hueco que no se llenó. Sarmiento no es el ejemplo que Mackey y la dirigencia quieren para los juveniles y por eso intentan sumar futbolistas con otro perfil.
Por eso llega Bernardello, en una posición donde más allá de que se vaya Leyes, hay variantes con Rivero, Sills, Ribero y Elías. El Cabezón no era tan necesario futbolisticamente, pero su rol como líder puede ser importante en este Newell’s en reconstrucción. Y algo similar se busca con Sperduti.
Lo de Márquez es distinto. La Lepra necesita un nueve para tener una alternativa de Leal, y el ex Belgrano no es mala opción si se tiene en cuenta la billetera vacía con la qie encara Newell’s el mercado.
Los mejores refuerzos deben llegar de adentro. Y son los juveniles del club. Consolidar a Rivero, que Valenzuela levante y el pibe Torres crezca aún más, más minutos para Varela, que Enzo Cabrera muestre su desfachatez y no sea sólo un chico que la rompió en el debut, y que aparezcan otros más, aunque se corra el riesgo de saltar etapas. Hoy Newell’s no puede esperar. Se tomó la decisión de jugar con los pibes y hay que asumir el riesgo y bancarlos.