Los rosarinos opinaron y dieron respuestas variadas, pero con algunos focos en común. Las principales críticas pasaron por el lado de la inseguridad y la limpieza
El 2019 será un año de decisiones para el rosarino: tendrá que elegir concejales, intendente, senadores y diputados provinciales y gobernador. Los reclamos del ciudadano existen, son muchos y todos pasan por distintos factores. Probablemente las quejas de los vecinos de un barrio de zona sur no sean las mismas que las de uno de zona norte, como así también los reclamos de personas que viven en una misma manzana pueden ser diferentes.
En este caso, CLG recorrió la zona de Pichincha, histórico barrio de Rosario, que en el último tiempo fue sufriendo un gran cambio en su fisionomía, principalmente debido a su actividad nocturna. Hace ya unos años que restaurantes, bares y cervecerías comenzaron a instalarse allí, hasta convertirse en lo que es hoy: un verdadero foco de salidas nocturnas.
Con La Gente dialogó con quince vecinos durante el recorrido y les hizo la siguiente pregunta: ¿qué le pediría al próximo intendente o intendenta para mejorar la calidad del barrio?
Estos rosarinos no perdieron la oportunidad de decir lo que piensan y dieron respuestas variadas, pero con algunos focos en común. Los principales reclamos pasaron por el lado de la inseguridad y la limpieza. Aseguran que los robos son frecuentes, principalmente por la cantidad de personas que circulan por la noche, lo que atrae a los maleantes.
Además, también producto de la actividad nocturna, muchos vecinos denunciaron que las calles y veredas no se limpian debidamente y que la basura es mucha luego de las noches de viernes o sábado.
Otro de los principales reclamos pasó por el deplorable estado de las veredas: en prácticamente todas las cuadras se pueden ver pozos, baldosas rotas o desniveladas.
Un tema del que se habló y mucho en Rosario en las últimas semanas es el de la actividad nocturna en Pichincha: un grupo de vecinos se organizó y le pidió a la intendenta Mónica Fein que actuara frente a los ruidos molestos en altas horas de la noche que generan los bares y las cervecerías.
Con respecto a este conflicto hubo algunos vecinos, quienes dialogaron con este medio, que se mostraron molestos por la gran cantidad de bares, pero hubo otros que los destacaron, porque aseguran que le cambió la cara al barrio: «Antes no pasaba ni un alma por acá«, dijo uno de los vecinos consultados.
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