Este viernes 23 de diciembre se cumplieron cinco décadas del rescate de los rugbiers uruguayos en plena Cordillera
Al cumplirse este viernes el 50 aniversario del rescate de los rugbiers uruguayos, luego de que el vuelo que los transportaba hacia Chile cayera en plena Cordillera en 1972, un grupo de expedicionarios viajó al lugar donde yacen los restos humanos y del avión para homenajear a los sobrevivientes del llamado Milagro de Los Andes.
“En este cincuenta aniversario del trágico hecho conocido mundialmente como ‘la tragedia de Los Andes’ que ocurrió acá en Malargüe en octubre del 1972, quisimos viajar hasta allí a recordar la epopeya en el día que fueron rescatados”, dijo el director de Turismo local, Marcelo Rivarola.
El accidente del avión 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya ocurrió el viernes 13 de octubre de 1972, cuando el Fairchild FH-227D de un vuelo chárter que el día anterior había partido de Montevideo a Santiago de Chile, se estrelló en la cordillera de los Andes con 45 pasajeros a bordo.
Muchos eran estudiantes y jugadores de un equipo de rugby, y tras estrellarse en la Cordillera de los Andes, tres miembros de la tripulación y diez pasajeros murieron inmediatamente, otros perdieron la vida con el correr de los días, y solos 16 de ellos lograron sobrevivir tras sufrir penurias extremas como la congelación, la sed y el hambre.
El accidente aéreo y la supervivencia posterior se conocieron como la Tragedia de los Andes y el Milagro de los Andes, respectivamente.
“Desde la dirección de Turismo quisimos homenajear, en este mes de diciembre, el rescate realizado hace cincuenta años, ya que ahí quedan los restos del avión, ahí está el Memorial y queda un legado histórico que todos debemos respetar”, dijo el funcionario.
Apenas llegado de la expedición que compartió junto a integrantes de Chile, México y Uruguay, Rivarola expresó que el Milagro de Los Andes “se considera el acto de supervivencia más grande el mundo en el siglo XX, por eso la importancia de rendir un sentido homenaje a quienes hoy nos dan muestra de lo que es la tenacidad, la fe, el trabajo en equipo, la esperanza y el vivir siempre con utopías, como ellos lo demuestran día a día”.
El fin de las penurias concluyó un 21 de diciembre con la llegada de Nando Parrado y Roberto Canessa al puesto de Don Catalán, en la zona de Los Maitenes, en Chile, cuando éste los divisó tras 10 días de 38 kilómetros de caminata y se inicio el rescate que concluyó el 23 de diciembre, un día previo a la víspera de Navidad.
La idea es posicionar a Malargüe como uno de los hitos de supervivencia más grande que ha tenido la humanidad, dado que desde allí salen las expediciones hasta el lugar donde descansan los restos, travesía que todos los veranos realizan cientos de aficionados a la historia y a la montaña en busca de la paz del lugar.
Esa travesía puede hacerse en cabalgatas o a pie desde el antiguo hotel abandonado de El Sosneado, en San Rafael, hasta cruzar el río Atuel, varios arroyos y puestos y llegar al valle de Las Lagrimas, en Malargüe.
Rivarola contó que la idea nació luego de una teleconferencia compartida con el sobreviviente Roy Harley, estudiante de ingeniería que fue quien armó la radio por medio de la cual escuchaban algunas noticias y así se enteraron de la suspensión de la búsqueda, que los animó a salir en busca de ayuda por sus propios medios.
La teleconferencia fue el pasado 27 de setiembre en celebración del Día del Turismo, cuando Harley dialogó ante 200 personas y les enseñó cuál fue el método de supervivencia técnico y humano.
“Quedamos muy motivados cuando el día internacional de turismo festejamos con la charla de Roy, y como es un ejemplo de vida para nosotros era sumamente importante. Es un emblema de turismo”, dijo el funcionario.
«Se trata de respetar este hecho de supervivencia y hasta el día de hoy nos siguen dando enseñanza de tenacidad, superación, trabajo en equipo, superación y conocerse uno mismo. Es festejar el legado. Quisimos estar allí el mismo día que empieza el rescate», agregó.
Cumplidos estos cincuenta años de la epopeya, se planea que este próximo mes de febrero lleguen a Malargüe algunos de los sobrevivientes, muchos de los cuales ya han vuelto al lugar en varias ocasiones con sus seres queridos, la familia que supieron formar luego de tanta amargura.
Tras cincuenta años, los cuerpos de 29 de ellos aún permanecen ahí, en el corazón de los Andes.