Christina Koch estuvo 328 días a bordo de la Estación Espacial Internacional. Durante su misión completó 5.248 órbitas de la Tierra y viajó 223 millones de kilómetros
Christina Koch estuvo 328 días a bordo de la Estación Espacial Internacional. Durante su misión completó 5.248 órbitas de la Tierra y viajó 223 millones de kilómetros
La astronauta estadounidense Christina Koch regresó este jueves a la Tierra tras batir el récord femenino de permanencia en el espacio al pasar casi un año a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS).
Koch, de 41 años, completó una misión de 328 días en su primer vuelo al espacio, mientras que también protagonizó la primera caminata espacial integrada solo por mujeres.
Tras la llegada de la astronauta, la NASA expresó en su cuenta de la red social Twitter: «Los pulgares en alto y una gran sonrisa de Christina Koch! Su primer vuelo espacial se convirtió en una misión de 328 días con 5,248 orbitaciones a la Tierra, un viaje de 139,000 millas, apenas el equivalente de 291 viajes a la Luna ida y vuelta».
¡@Astro_Christina nos regala una gran sonrisa y levanta los pulgares al regresar a la Tierra! 😊👍
Su 1er vuelo espacial duró 328 días, con 5.248 órbitas a la Tierra: un viaje de 139 millones de millas, casi el equivalente a ir y volver 291 veces a la Luna.
¡Bienvenida a casa! https://t.co/qqeZ78BCfi
— NASA en español (@NASA_es) February 6, 2020
«¿Qué extrañaré? La exquisita belleza tanto del planeta Tierra como de esta maravilla que sus increíbles habitantes han creado», había publicado Koch poco antes de iniciar su viaje de regreso.
Al llegar, manifestó: «He olvidado cuánto pesan las cosas, cuánto esfuerzo se necesita para mover solo mis brazos y piernas en oposición a la gravedad. Anticipo que me sorprenderá lo pesadas que están las cosas en el suelo después de 328 días viviendo en microgravedad».
Sin embargo, la mujer norteamericana aseguró que «el peso no será el mayor problema», sino que «más impactante físicamente será el equilibrio».
«En la Tierra confiamos en nuestros ojos y oído interno para mantener la estabilidad. En órbita, sin gravedad, la mente deja de escuchar rápidamente al oído interno. Los ojos se hacen cargo… dependemos únicamente de las señales visuales», añadió.
Además, afirmó que «dormir en el espacio ha sido uno de los más relajantes sueños» que ha tenido en su vida.
«Sin puntos calientes, sin sacudidas, sin girar, nunca demasiado caliente ni demasiado frío. Simplemente floto en la posición natural de mi cuerpo. ¿Cómo dormiré cuando regrese a la Tierra? ¿Dormiré sobre mi estómago, mi espalda, mi costado? ¿Importará la firmeza del colchón más que nunca? ¿Y qué hay de dormir al lado de alguien en una cama? He estado flotando en una bolsa sola por 327 noches. ¡Ojalá mi esposo no me eche al sofá! «, bromeó la astronauta.