La Fuerza Aérea israelí lanzó el miércoles por la mañana una serie de ataques en la Franja de Gaza en respuesta a disparos de cohetes, los primeros en varias semanas que se producen desde el territorio palestino que el movimiento islamista Hamas condenó.
Al menos un palestino murió en los ataques, indicó el ministerio de Salud gazatí, y otros tres resultaron heridos.
El fuego cruzado se produce en un periodo de crispación que hace temer un nuevo conflicto entre Israel y los grupos armados palestinos, entre ellos Hamas, y el fracaso de los esfuerzos diplomáticos de la ONU y de Egipto.
Israel y Hamas, que dirige la Franja de Gaza, tuvieron tres guerras desde 2008 en este enclave situado entre el Estado hebreo, Egipto y el Mediterráneo.
La ONU y la Unión Europea (UE) condenaron los disparos de cohetes y llamaron a la «desescalada», temiendo una nueva guerra.
Pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió de que, si estos actos no cesaban, su país los detendría.
Tras los ataques israelíes la calma volvió al lugar durante el día.
Hamas y su principal aliado, la Yihad Islámica, negaron cualquier implicación en los disparos de cohetes, y señalaron a elementos incontrolados como responsables. Israel volvió a atribuir a Hamas la responsabilidad de lo que pasa en el enclave.
El martes por la noche dos cohetes fueron disparados desde Gaza hacia Israel.
Uno impactó en Beer-Sheva (sur), a unos 40 km de Gaza, lo que provocó graves daños en la casa de una familia con tres niños. La madre les salvó la vida a sólo unos segundos al llevarlos a un refugio, dijeron los militares israelíes.
El otro cayó en el mar, frente a las costas de Tel Aviv, situada a unos 70 km al norte de la Franja de Gaza.
Israel replicó y sus aviones, y probablemente sus drones, golpearon una veintena de objetivos militares, entre ellos un túnel y una fábrica de armas, según el ejército.