Cuando el termómetro marca °38 y comienza el cansancio, los escalofríos o inapetente se divisa un estado febril. Es un mecanismo de defensa del organismo ante una infección, un caso viral o una enfermedad en desarrollo.
Para reconocerla hay que saber que la temperatura corporal normal oscila entre los 36,1 y los 37,2 °C, aproximadamente (las personas mayores tienen una temperatura corporal más baja que las más jóvenes).
Entre los 37 o 37,5 y los 37,8° C, la medicina considera que se trata de febrícula, es decir, fiebre ligera. Y, a partir de ese valor de 37,8° C, es hipertermia, o fiebre alta.
Aunque siempre la recomendación es consultar al médico, hay algunos remedios caseros para bajar la fiebre mientras se aguarda asistencia profesional:
- Colocar paños de agua templada. Se pueden aplicar en la frente o en la nuca e ir enfriándolos a medida que baja la fiebre.
- Darse baños de agua tibia. El agua debe estar tibia y no fría, como se suele creer.
- Beber mucho líquido. Sobre todo agua. También pueden ser cítricos o té.
- Usar ropa liviana. Aunque haya sensación de frío y/o escalofríos, lo mejor es vestirse con ropa liviana, que permita el paso de la transpiración y no encierre el calor.