Muchos de los actores de distintas fuerzas políticas que se consagraron ganadores en las elecciones generales de la provincia de Santa Fe el domingo pasado, tienen algo en común: confluyen en la Fundación Red de Acción Política, más conocida como RAP. Se trata de una fundación que se dedica a la formación de dirigentes en Argentina y está solventada por embajadas, como la estadounidense o la británica, y multinacionales, grandes bancos y las principales empresas del establishment local.
En un año electoral, la existencia de RAP tuvo gran trascendencia al aparecer entre las caras de los políticos nucleados en ella muchas de las más importantes figuras de la política argentina de todos los partidos. En total, 180 dirigentes argentinos forman parte de la fundación, la mayor parte de ellos de la coalición oficialista Cambiemos, comenzando por la vicepresidenta Gabriela Michetti, pasando por María Eugenia Vidal, Federico Pinedo y Esteban Bullrich.
Los santafesinos que figuran en la lista de la Fundación son 32 y de los más variados colores políticos. Para encabezar, el actual gobernador y diputado electo por el socialismo, Miguel Lifschitz. También, del Frente Progresista, la intendenta de Rosario Mónica Fein, el intendente electo Pablo Javkin, la ministra de Producción Alicia Ciciliani y los diputados provinciales Jorge Henn y Clara García, y Enrique Estévez entre otros concejales e integrantes del gabinete.
Además, aparece el gobernador electo por el peronismo Omar Perotti y la diputada Silvia Frana. Y por el Frente Renovador el diputado nacional Alejandro Grandinetti. Entre los nombres más sobresalientes de Cambiemos se encuentran el de Roy López Molina y José Corral.
A nivel nacional, otras figuras de renombre que participan de RAP son los radicales Oscar Aguad, Ernesto Sanz y José Cano; Margarita Stolbizer; el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, y el vicegobernador cordobés en licencia y diputado nacional, Martín Llaryora.
Sobre la Fundación
RAP fue fundada en 2002 por Alan Clutterbuck y un grupo de empresarios y académicos del ámbito privado. Según consigna el portal “Stripteasedelpoder.com”, a juzgar por la pertenencia partidaria de la mayoría de sus integrantes, el perfil académico de las universidades donde realizan sus simposios, la trayectoria de sus consejeros, y el tipo de empresas que la sostienen, su objetivo “es formar nuevos dirigentes políticos con una visión neoliberal de la cosa pública”.
Clutterbuck fue conocido en 1988 cuando su padre Rodolfo, “el capitán de la industria”, fue secuestrado. Aunque se sospechó de la misma banda que raptó al actual presidente Macri, el caso nunca se aclaró, ni se halló el cuerpo. Posteriormente, Alan fue secretario de Estado en el Ministerio de Economía durante el gobierno de Carlos Menem y coordinador de los equipos técnicos de la actual ministra de Seguridad Patricia Bullrich. Se desempeña como presidente de RAP.
En este sentido, Clutterbuck indicó que los dirigentes que se suman a las filas de la fundación deben compartir “la vocación de fortalecer una democracia republicana y representativa, alentar la mejora del funcionamiento institucional, y el deseo de propiciar el desarrollo sustentable e inclusivo del país”.
Según el portal “kontrainfo.com”, las corporaciones que financian a la RAP son Shell, Dow Chemical Company, Arcos Dorados (MacDonald’s), HSBC, Santander Río, Techint, Ledesma, Arcor, IBM, Supervielle, Bagó, BBVA Francés, Celulosa, Telefónica, Alpargatas, Siemens, Vicentín, Banco Ciudad y Barrick Gold, repartiéndose gran parte de las mismas entre los polos de poder de EEUU-Rockefeller y Gran Bretaña-Rothschild, junto al poder local nucleado en la Asociación Empresaria Argentina (AEA), en la que participa también el Grupo Clarín.
