El presidente ruso, Vladimir Putin, propuso este miércoles suavizar la impopular reforma de las jubilaciones, cuyo anuncio había provocado manifestaciones, reduciendo entre otras cosas la edad de retiro para las mujeres a los 60 años, frente a los 63 iniciales.
En un infrecuente mensaje televisado a la nación en el que defendió el proyecto, actualmente examinado por el Parlamento, Putin propuso que la edad de jubilación para las mujeres aumente a 60 años, en lugar de los 63 planteados inicialmente, argumentando que sería «incorrecto» hacer otra cosa.
El aumento de la edad de jubilación para los hombres se mantiene sin cambios en 65 años.
El presidente ruso también sugirió una jubilación anticipada para las madres de familias numerosas y la introducción de sanciones penales para las empresas que despidan a empleados que se acercan a la edad de jubilación.
Putin defendió no obstante el proyecto de reforma de las jubilaciones, que anunció el día del inicio del Mundial de Fútbol de Rusia, el 14 de junio, argumentando que no podía «posponerse más».
«A largo plazo, mostrar dudas hoy puede amenazar la estabilidad de la sociedad y la seguridad del país», justificó Putin.
El proyecto de ley preveía hasta ahora aumentar progresivamente la edad de jubilación –algo inédito en Rusia en casi 90 años– a los 63 años para las mujeres y 65 para los hombres, frente a los 55 y 60 actuales.
Los opositores a la reforma, aprobada en primera lectura en el Parlamento en julio, afirman que muchos rusos, especialmente los hombres –cuya esperanza de vida es de 66 años– no podrían disfrutar de su jubilación.
Putin, que no mencionó la cuestión de las jubilaciones durante la campaña que condujo a su reelección en marzo, y que intentó distanciarse de la reforma, vio su popularidad caer a 64% en junio, desde 80% en mayo, según el centro ruso de estudios de opinión VTsIOM.
El proyecto provocó numerosas manifestaciones en todo el país.