El presidente de la asociación hortícola Río Santa Lucía de Corrientes, Pablo Blanco, afirmó este viernes que el productor local recibe unos diez pesos por cada kilo de tomates y que en los supermercados se vende entre un 500 y un 600 por ciento más caro. De esta manera, se lamentó que continua «el eterno problema entre la producción y la cadena de comercialización» que perjudica por su precio al consumidor final.
Blanco señaló que “el cajón de 20 kilos de tomates, no supera los 200 pesos, unos diez pesos por kilo, mientras los supermercados tienen una ganancia del 500 al 600 por ciento”.
“Con lo que valen dos kilos y medio o tres kilos de tomates en un comercio, el consumidor podría comprar un cajón de 20 kilos”, comparó respecto del desfasaje en los precios. Así, dijo, surge «el eterno problema entre la producción y la cadena de comercialización, con el precio que le llega al consumidor final”.
En este sentido, el jefe de organización que aglutina a unos 800 pequeños y medianos productores hortícolas, dijo a Télam que “los precios están tan altos que perjudica el consumo”.
“El Estado debería controlar, para que estas cosas no sucedan, pero no lo hace”, sostuvo Blanco.
Por otra parte, respecto de la situación del sector, la calificó de “muy difícil” y expresó que “nuestro costo de producción es en dólares y el mercado de comercialización en pesos” a la vez se quejó de la baja en el consumo.
“No la estamos pasando nada bien, porque nuestros insumos son en dólares y el precio del combustible nos afecta negativamente”, afirmó, a la vez que agregó que la producción correntina parte a mercados de Buenos Aires, Rosario y Córdoba, entre otros.
El presidente de la asociación hortícola también señaló que “estamos tratando de cerrar el año lo mejor posible” y consideró que un precio de 15 pesos por kilo “haría más rentable la producción”.