El presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario, Andrés Gariboldi, dialogó con CLG sobre el repunte en la demanda de alquileres y un incremento en las consultas de ventas de propiedades
El sector inmobiliario fue una de las tantas actividades que se vieron notablemente afectadas por la pandemia y su consecuente cuarentena. Durante abril y mayo, los meses de mayor aislamiento estricto en todo el país, se registraron caídas muy pronunciadas con respecto a la venta y alquiler de inmuebles. Sin embargo, a más de un mes de que Rosario y Santa Fe salgan del aislamiento y pasen a fase de distanciamiento, la actividad inmobiliaria poco a poco se empezó a recuperar.
Es que en las inmobiliarias empezaron a registrar un repunte en la demanda de alquileres de vivienda, e incluso un incremento en las consultas de compra de propiedades, factor que en los últimos tiempos viene paralizado. Así lo afirmó en diálogo con CLG el presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario, Andrés Gariboldi.
«La actividad se viene normalizando de forma gradual, recién a partir de este lunes pudimos comenzar a trabajar desde las 9 hasta las 19, cuando hasta la semana pasada estábamos de 13 a 19. El mercado se va acomodando: estamos con demanda en el sector de alquileres, sobre todo destinado a la parte de vivienda», comenzó explicando.
En ese sentido, Gariboldi marcó una diferencia con respecto a los alquileres comerciales, considerando que la actividad de éstos se vio muy golpeada: «La situación es mucho más dura para la parte comercial, la oferta se viene ampliando un poco y hasta que no lleguemos a una nueva normalidad esta parte va a estar un poco más lenta».
Además, destacó los acuerdos que se han logrado con propietarios para evitar más locales vacíos: «En la intermediación inmobiliaria se han hecho todos los esfuerzos posibles para encontrar puntos de equilibrio entre el locador y el locatario. Lo peor que puede llegar a pasar es que el inmueble quede vacío, que el locador tenga que pagar impuestos y que el locatario tenga que cerrar y dejar su actividad con todo lo que eso implica: ilusiones y dinero puesto sobre el negocio. Hoy la gran mayoría de los propietarios están dispuestos a encontrar puntos de equilibrio con lo que puede pagar el inquilino».
Con respecto a los alquileres, el referente local señaló que «hoy hay un mercado sumamente ofrecido, por lo que no se permite a que haya aumentos. Pueden haber aumentos en un contrato que se venció un año atrás, allí seguramente va a haber una variación, pero el mercado está ofrecido».
Por otra parte, Gariboldi señaló que en las últimas semanas se despertó el interés por la venta de propiedades, algo que hace meses se encuentra casi paralizado en Rosario y alrededores: «Si bien no hay cierres de operaciones, estamos notando más consultas. El mercado ha ido hacia una baja teniendo en cuenta la profunda devaluación que ha tenido el dólar, para construir hoy el metro cuadrado es más económico».
«Para aquel que tenga alguna disponibilidad y sea un poco conservador, el inmueble siempre ha sido un excelente refugio, una buena alternativa. Hoy hay pocas alternativas financieras para poder colocar un ahorro y la verdad que el ladrillo y la propiedad, a pesar de que hoy no tengan una excelente renta, termina siendo un refugio, sobre todo si se lo compara con algún título público», agregó.
En detalle, el presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios indicó: «Hoy el metro cuadrado en Rosario está promediando entre los 1.200 y los 1.500 dólares, pero todo depende de la localización, de las características del producto, de la antigüedad y demás; son muchas variantes».
Por último, Gariboldi se refirió a la puesta en vigencia de la nueva Ley de Alquileres. Es que la norma se promulgó el 1 de julio y desde entonces las agrupaciones de inquilinos han denunciado aumentos desmedidos a la hora de renovar contratos: «Si hay algún tipo de denuncia concreta referente al no cumplimiento de la Ley de Alquileres, al Colegio de Corredores Inmobiliarios nos encantaría recibirla, tenemos un Tribunal de Ética para tomar los recaudos que correspondan», respondió.
«Es muy probable que cualquier tipo de actualización esté dada por la antigüedad que tiene ese valor locativo, seguramente lo que se está renovando hoy tiene una antigüedad de un año. El incremento que nosotros estamos planteando tiene que estar ligado a la paritaria, al aumento salarial que tuvo la gente que está alquilando esa propiedad, porque sino no lo puede pagar», concluyó.