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Por tercer día, manifestantes pro democracia de Tailandia desafían la cuarentena


El movimiento, compuesto en su mayoría por estudiantes, reclama la renuncia del primer ministro, Prayut Chan O Cha

Decenas de miles de manifestantes tailandeses pro democracia desafiaron este sábado, por tercer día consecutivo, la prohibición de celebrar reuniones en Bangkok, un día después de importantes enfrentamientos con la policía, que utilizó por primera vez cañones de agua para dispersar a la multitud.

Los manifestantes decidieron hoy reunirse en tres lugares diferentes, fuera del centro de la ciudad, todos ellos cantando “¡Viva el pueblo, abajo la dictadura!” y saludando con tres dedos de la mano, un gesto que se convirtió en un signo de resistencia en estas manifestaciones.

El movimiento, compuesto en su mayoría por estudiantes, reclama la renuncia del primer ministro, Prayut Chan O Cha, y también una reforma de la poderosa y rica monarquía, un tema tabú en el país hasta hace unos meses.

El rey Maha Vajiralongkorn no se refirió directamente a estas manifestaciones, pero declaró en la televisión pública que Tailandia «necesita un pueblo que ame su país, de un pueblo que ame la institución» que representa la monarquía, informó la agencia de noticias AFP.

El saludo de tres dedos, de "Los Juegos del Hambre" a símbolo de las protestas en Tailandia - RFI

El jueves y el viernes, varios miles de personas se reunieron en el centro de la capital a pesar de la promulgación de un decreto de urgencia que prohibía cualquier reunión de más de cuatro personas.

La policía antidisturbios utilizó el viernes por primera vez cañones de agua y productos químicos para dispersar la protesta, un signo de que esta crisis, que comenzó hace algunos meses, no da señales de calmarse.

Según las fuerzas del orden, cuatro policías y 11 manifestantes resultaron heridos y unas 60 personas fueron detenidas, entre ellas nueve líderes del movimiento prodemocracia, informó la ONG Thai Lawyers for Human Rights (Abogados tailandeses para los derechos humanos).

Algunos fueron liberados bajo fianza, mientras que otros, como el abogado Anon Numpa, figura emblemática de estas protestas y muy crítico hacia la realeza, siguen encarcelados.

En Tailandia, a las tensiones políticas se añade una grave crisis económica: el país, que depende del turismo, está en plena recesión con millones de personas desempleadas debido al impacto de la pandemia del coronavirus.