El presente de las carnicerías está lejos de ser bueno: los precios han escalado y el consumo ha caído. Se estima que de diciembre a esta parte hubo un aumento de hasta un 50% en el valor de la carne vacuna, incremento que sin lugar a dudas no se aplicó en el salario del ciudadano.
Ahora en Rosario hay cortes vacunos que superan los $300 por kilogramo, e incluso en algunas carnicerías del centro los precios rozan los $400; valor que algunos califican de «impagable». Debido a los altos precios el rosarino se ha empezado a inclinar por otras carnes como el pollo o el cerdo, que son más baratas.
Pero los clientes no son los únicos que optan por alejarse de la carne vacuna, sino que hasta los mismos carniceros han tomado la decisión de no comprarla por los altos costos. «Hace 20 años que tengo esta carnicería y por primera vez tomé la decisión de no vender carne de vaca. Nos están cobrando $150 el kilogramo, eso quiere decir que una media res de 100 kilos nos cuesta $15.000″, indicó un carnicero a CLG.
Carnicerías de la ciudad, en crisis por baja en las ventas: «La gente está ajustada y se nota»
Otro carnicero relató una situación similar: «Trabajo de esto hace 35 años y hace tres semanas decidí no vender carne vacuna, es una locura el precio. Nos tenemos que unir todos los carniceros para frenar eso».
Según los testimonios recavados, el desperdicio de la carne vacuna (grasa) es muy grande, por lo que resulta muy difícil recuperar el dinero invertido al momento de comprar a los frigoríficos.
El 2018 significó un año para el olvido para las carnicerías, ya que en un informe que realizó CLG en enero, muchos enfatizaron que la caída en el consumo anual llegó a ser del 30%. El sector no muestra mejoras y los pequeños comercios ya toman medidas; la primera: no vender carne vacuna.
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