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Polémica y opiniones encontradas por la cesárea a la nena jujeña violada


Una niña de 12 años fue violada en Jujuy y al enterarse de que había quedado embarazada producto de esa situación solicitó, junto a su familia, que se interrumpiera la gestación. Finalmente, este viernes en el Hospital Materno Infantil de la capital provincial le practicaron una cesárea, según informó el ministro de Salud.

Las autoridades anunciaron que tanto la menor gestante como la bebé se encuentran en buen estado de salud luego de la intervención. Esta decisión ha generado polémica entre los sectores a favor y en contra del aborto. Las justificaciones para las posturas son varias. CLG dialogó con el ginecólogo Rafael Pineda y la dirigente de MuMaLá Sofía Botto para conocer sus opiniones y ver las dos caras de la moneda.

«Lo único positivo del caso es que no se hizo un aborto», aseguró Rafeal Pineda en un comienzo. A lo que agregó: «Interrumpir un embarazo de 24 semanas largas era una verdadera animalidad. Porque estaba interrumpiéndose una vida de un embarazo avanzado con posibilidades de sobrevivir como en realidad ocurrió».

Además, el ginecólogo cuestionó el momento en el que se realizó la intervención quirúrgica: «¿Por qué no se esperó unas semanas más y darle más chances de sobrevida? En vez de hacerlo a las 24 o 25 semanas lo hubieran hecho a las 30 o 32».

Por último, dio otro argumento para su postura en contra de un posible aborto, y justificó: «La violación deja una secuela gravísima, si encima le agregás una interrupción de embarazo… el síndrome post aborto es muy difícil. Se asocia a graves problemas psicológicos y a una alta tasa de suicidios posteriormente».

Del otro lado de la vereda se ubica el testimonio de Sofía Botto. «Nosotras desde MuMaLá repudiamos cómo se dio el proceso y la decisión de las autoridades de finalmente hacer una cesárea a la niña», inició la dirigente política.

«La situación es bien clara: se le negaron todos sus derechos. No se accedió a la práctica en el momento que lo pidió», enfatizó. Y añadió con firmeza: «Prácticamente convirtieron a una niña en una madre que abandonó a su hijo, porque finalmente lo hicieron nacer vivo. La transformaron en una niña madre».

«Se han vulnerado sus derechos. Tanto desde la perspectiva de derechos de las niñas como también su pedido de interrupción legal del embarazo. Es un derecho que tenemos las mujeres desde hace casi 100 años», concluyó Botto.