Policiales

Pidieron prisión perpetua para Esteban Alvarado por el crimen del prestamista


El empresario narco y otros cuatro miembros de su organización son acusados de planificar y ejecutar el homicidio de Lucio Maldonado en 2018. También se les achacan otros delitos

Los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery pidieron la pena de prisión perpetua para Esteban Alvarado por el homicidio de Lucio Maldonado, un prestamista informal que el 13 de noviembre de 2018 apareció en una colectora de Circunvalación, a 200 metros del City Center, con cuatro tiros en la cabeza.

Además del pedido de la pena máxima contra el empresario narco, que lleva 18 meses preso en Piñero, también recayó el mismo requerimiento sobre quien aparece como uno de sus principales sicarios: Mauricio Laferrara, de 24 años y a quien se le atribuyen al menos seis asesinatos en dos años.

A su vez, Matías Jesús Ávila, Germán Facundo Fernández y Facundo “Lapo” Almada también recibieron pedidos de perpetua, ya que los fiscales entienden que tuvieron roles protagónicos en el secuestro y ejecución de Maldonado.

Uno de los datos que inculpa a Alvarado es que el vehículo en el cual secuestraron a Maldonado estuvo en una quinta que pertenece a sus hijos. A su vez, más de 4.500 audios lo comprometen.

Si bien Alvarado negó conocer al hombre asesinado, los fiscales probaron que no era cierto, y detallaron que habían surgido discusiones entre ellos por negocios lícitos e ilícitos que los conectaban.

El plan contra Maldonado se confeccionó un mes antes de cometer el crimen. A Alvarado le atribuyen haber dispuesto directamente a Laferrara a cometer el asesinato, proveer a los autores recursos materiales y también una casa. Para los acusadores los homicidas trabajaban para Alvarado.

En esta imputación también entran varios ataques que el grupo de Alvarado diseñó en un intento de transferirle la culpa del crimen a miembros de Los Monos. Tres de esos hechos son balaceras: a los tribunales de calle Balcarce, al Centro de Justicia Penal y al domicilio de una empleada técnica de la misma unidad de los fiscales que acusan.

Dos de las mujeres de esta oficina recibieron macabras amenazas. El 14 de enero de 2019 apareció en la casa de la funcionaria técnica la cabeza de un perro. El 27 de enero en la puerta de la vivienda de otra empleada dejaron el cuerpo de un gato.