El jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró este jueves que la organización del G20 en la Argentina significa la «culminación del proceso de reinserción del país en el mundo, que inició el presidente (Mauricio) Macri en diciembre de 2015».
Destacó que el hecho de que el país haya sido nombrado a cargo de la organización del G20 «es un gesto de confianza y apoyo del mundo».
«La reinserción es muy importante para crecer y generar trabajo para los argentinos», afirmó el jefe de Gabinete durante una breve ronda en el Centro Internacional de Prensa de Parque Norte, donde miles de periodistas cubren la reunión de líderes del G20 que comenzará mañana y se extenderá hasta el sábado.
Peña apuntó que mientras dure la cumbre el presidente Macri mantendrá varias reuniones bilaterales con mandatarios de otros países para revisar «cuestiones referidas a inversiones y desarrollo del país».
A propósito de las bilaterales, y consultado por la reunión con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, programada para mañana a primera hora, Peña se refirió al encuentro como una continuidad del vínculo que ambos países reconstruyeron durante los últimos tres años.
«Se ha podido avanzar en este tiempo en medias concretas», dijo Peña, y enumeró los permisos de exportación de limones y carne vacuna que calificó como «más trabajo para los argentinos».
«También ocurre lo mismo con el plano de las inversiones. Los convenios que se han firmado van a permitir conseguir financiamiento para inversiones en infraestructura, en energía y otros temas», aseguró. «Cuántas más relaciones que podamos tener con los países del planeta, mejor para los argentinos», afirmó.
A su vez, marcó que existe una «fuerte convicción» de la Argentina en reforzar «el multilateralismo y el libre comercio». «Cuanta mayor integración se pueda generar habrá mayor posibilidad de empleo y desarrollo, particularmente para países como el nuestro que tienen mucho para hacer en materia de generación de empleo y salida de la pobreza», destacó.
Respecto de las manifestaciones anunciadas este fin de semana en el centro porteño en contra de la Cumbre, dijo que «desde el primer día se trabaja para garantizar la seguridad» de la mano de «un operativo con despliegue muy profesional».
«Lo que abogamos es por paz y responsabilidad de dirigentes y ciudadanos, que se manifiesten en disenso. Apostamos a que eso pueda redundar en un encuentro en paz, donde cada uno pueda expresar su posición», apuntó.
«De todas formas -agregó- cualquiera que use la violencia, allí estarán las fuerzas de seguridad para hacer cumplir la ley».
Por otra parte, sobre la posibilidad de que no se logre alcanzar al cierre de la cumbre un documento final de consenso, dijo que la Argentina en su carácter de organizador va a «trabajar muy fuerte para ofrecer una mesa de diálogo.
Queremos que se logre el mayor consenso posible, independientemente de que en el marco de esta reunión se den muchas reuniones bilaterales muy útiles para generar diálogos.
El jefe de Gabinete estuvo acompañado por el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, y el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi.