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Para tener en cuenta: ¿el estrés puede afectar la visión?


La pérdida temporal de la visión puede estar ocasionada por un estado de estrés crónico

El efecto del estrés puede alterar la visión, y aunque no ocurra habitualmente, hasta puede provocar la pérdida de la misma de modo temporal. Lo que sucede con frecuencia es que ocasione alteraciones visuales menores que asimismo interfieren en la salud. El siguiente artículo explica de qué modo impacta el estrés en la visión, los síntomas y consecuencias del problema.

La presencia del estrés es la fuente de diversos problemas de salud, pero es común que no se le conceda demasiada importancia. Esto es un grave error, ya que el estrés puede afectar la visión, pero también provocar o incrementar el riesgo de sufrir patologías graves.

El estrés crónico genera cambios en el sistema nervioso autónomo, y de esto se desprenden cambios en las hormonas y en la química del cuerpo. Los efectos son innumerables, llegando incluso a provocar mutaciones en los genes. Por lo mismo, nunca se debe subestimar cualquier manifestación de estrés.

Frente a la pregunta si el estrés puede afectar la visión, la respuesta es un sí rotundo. Sin embargo, no siempre es la causa directa de los problemas visuales, sino que en algunas ocasiones actúa como factor coadyuvante en distintas patologías.

El estrés emocional lleva a que se produzcan efectos directos sobre los ojos, que en principio no son tan graves, como es el caso de los temblores en los párpados o el lagrimeo. También puede afectar el área vascular, llevando a visión borrosa, baja visión o incluso pérdida transitoria de la vista.

La hormona del estrés es el cortisol y, por tanto, un estado de estrés supone niveles elevados de esta sustancia. La misma incide para que se produzcan desequilibrios en el sistema nervioso autónomo o simpático, y alteraciones vasculares. Estos son factores que inciden directamente en enfermedades como el glaucoma o la neuropatía óptica.

Síntomas del problema

Hay que señalar que el estrés puede afectar la visión, pero en la mayoría de los casos solo provoca efectos pasajeros y estos suelen resolverse espontáneamente. Los síntomas de que el estrés emocional puede estar afectando la visión son los siguientes:

Visión borrosa: es uno de los síntomas comunes y se distingue de otros problemas oculares cuando se trata de un estado intermitente. Es decir, se presenta por momentos y luego remite.

Fotosensibilidad: la ansiedad lleva a que las pupilas se dilaten y esto hace que nos moleste la luz.

Lagrimeo: normalmente va aparejado con la fotosensibilidad.

Visión en túnel: disminuye la visión lateral, particularmente cuando estamos nerviosos.

Flashes de luz: se ven brillos intermitentes.

Tics en el ojo

Los oftalmólogos recomiendan no pasar por alto ninguno de estos síntomas, especialmente si se presentan con mucha frecuencia. Tanto si se deben al estrés, como si obedecen a otras patologías, deben ser evaluados para prevenir males mayores.

Consecuencias del estrés en la visión

Hay varias patologías visuales asociadas al estrés. Las más frecuentes e importantes son las siguientes:

Mioquimias o tics: son pequeños temblores o espasmos que tienen lugar en los párpados, debido a un movimiento involuntario en los músculos. Puede durar días o semanas y no se acompaña de ningún otro síntoma.

Blefaritis o inflamación de los párpados: es uno de los problemas más comunes y se origina por el estrés y por otras causas. Muchas veces se confunde con el síndrome del ojo seco y por lo mismo se estima que está subdiagnosticada. Provoca enrojecimiento, picor e incluso disminución de la agudeza visual.

Fatiga visual: también se le conoce como estrés visual o astenopia. Provoca visión borrosa o doble, dificultad para enfocar la vista en un punto específico, problemas para leer y dolor de cabeza. Generalmente afecta a quienes pasan mucho tiempo frente a una pantalla.

Coroidopatía serosa central o afectación de la mácula: esta afección se caracteriza por la visión borrosa; micropsia o percepción de los objetos más pequeños de lo que son; metamorfopsias o percepción distorsionada de los objetos; oscurecimiento de la zona central de la visión y disminución general de la visión.

Pérdida de la visión: hay personas que pierden totalmente la visión debido al estrés. Este tipo de personas tienen una estructura particular de su personalidad y, al ser examinadas, no hay ningún tipo de daño ocular. Esa ausencia de lesiones o de patologías revela que se trata de una ceguera de origen emocional.

Fuente: mejorconsalud.com