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Arzobispado de Buenos Aires

Para la Iglesia se vive una «situación social difícil y complicada»


El obispo auxiliar del Arzobispado de Buenos Aires, Gustavo Carrara, remarcó que se atraviesa una «situación social que está difícil y complicada», al tiempo que indicó que «la marginalidad es el caldo de cultivo para distintas formas de trata y explotación».

Carrara, el primer obispo «villero» citó estas palabras del papa Francisco al encabezar el viernes en Plaza Constitución la 11° Misa en solidaridad con todos los excluidos y víctimas de Tráfico y Trata de Personas, que también tiene como fin reivindicar a todas las organizaciones sociales y de la iglesia que trabajan en estas temáticas, como La Alameda y el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), entre otros.

«El Papa dice estar atentos, no pasar distraídos, estar atentos ante la marginalidad que eso es el caldo de cultivo para distintas formas de trata y explotación», indicó el obispo auxiliar, quien estuvo acompañado por sacerdotes de los barrios de la zona sur de la Ciudad y del Conurbano.

 

 

Asimismo, indicó que «Jesús habla de los pequeños, habla también de aquellos que tienen hambre: ‘Jesús dice tuve hambre y me diste de comer’; todos los que sufren para Jesús son los más preferidos, como las víctimas de trata, que también tienen que ser los preferidos de las iglesias y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad que sueñan con una patria de todos».

El primer obispo de las villas designado en toda la historia del Arzobispado porteño aseguró que se atraviesa una «situación social que está difícil, está complicada, pero todos los que están aquí son luchadores, saben luchar, saben que unidos se puede hacer mucho por aquellos que están sufriendo más».

«Allí, donde no llega la mano invisible del mercado, que mágicamente pareciera solucionarlo todo pero que no termina solucionando nada, llegan caricias, abrazos, manos concretas de hombres y mujeres que ayudan a ponerse de pie, que parten el poco pan que tienen para que otros coman, allí no está todo perdido», señaló.

En ese sentido, agregó: «Si buscamos ser familia, si buscamos recibir, si buscamos proteger, si buscamos promover y buscar integrar serán una bendición para nosotros, porque son el mismo Jesús en medio nuestro. Que así sea».

Carrara encabezó esa homilía por primera vez, aunque siempre participó como cura de la villa del Bajo Flores acompañando al papa Francisco, por entonces cardenal Jorge Bergoglio, quien inició hace ya 11 años esta misa.

La Alameda llevó de ofrenda una remera de su cooperativa textil , mientras que el MTE ofreció un carro de cartón.

En las intenciones se pidió para que las autoridades apliquen la ley de Trata, que la reglamenten, y a su vez se decomisen los bienes a la mafia para reutilizarlos socialmente.

«El iniciador fue el propio cardenal Bergoglio hoy Papa Francisco acompañando a la Alameda y el MTE que han participado interrumpidamente de esta ceremonia. Se hace en la plaza porque es un barrio donde se ve con notoriedad la sistemática violación de la dignidad humana con la exclusión y la trata», afirmó Gustavo Vera, titular de la Alameda.