Por José Odisio
El final del ciclo Kudelka provoca bronca y también temor. La terquedad del entrenador por seguir en el banco cuando debió irse hace varios partidos llevó a Newell’s a una presentación paupérrima, un espanto inimaginable, una goleada que genera preocupación y mucho enojo en los hinchas.
El partido frente a Defensa no tiene análisis. Newell’s fue competitivo 7 minutos. Cuando Benítez anotó de tiro libre se acabó el partido. Es que el equipo volvió a carecer de ideas, no tuvo un plan de juego y físicamente es un espanto. Y este punto, la preparación física que tantas veces puso como excusa Kudelka al tener un plantel grande, pierde argumentos cuando se ve a Cacciabue, Nadalín, Sordo o cualquier otro jugador leproso menor de 30, todos parecen arrastrarse en la cancha. Y esta vez ni siquiera hubo ánimo para buscar remontar el resultado.
Que Kudelka haya estado un partido más en el banco fue un error. Aquellos que pensaban que el plantel podía descomprimir un poco las tensiones al no depender de un resultado para que siga el DT o se vaya se equivocaron. Fue el peor partido del ciclo, comparable con aquel otro 0-4 ante Gimnasia donde Kudelka culpó a la fiesta homenaje a Diego por la pobre perfomance. Esta vez deberá asumir que su culpa fue querer ese partido más en el banco. Sin sentido.
¿Se puede levantar este Newell’s con otro DT? No será tarea sencilla, pero siempre un cambio de mando provoca cimbronazos, renueva ánimos. Por eso será importante que el entrenador que se siente en el banco llegue con ese ímpetu. Porque Newell’s necesita una reacción rápida, futbolística, física, pero principalmente emocional. Hoy da la sensación que sale a la cancha sabiendo que va a perder y eso sólo se corrige ganando. Burgos parece el más indicado para esa inyección de energía, aunque su falta de experiencia como líder de un cuerpo técnico ponga algunos reparos. Los otros de la lista generan dudas, aunque cualquiera que llegue logrará algo mejor que lo mostrado hasta ahora en el torneo. No hace falta mucho para hacerlo.
El ciclo Kudelka terminó con un palazo. No hacía falta llegar a este triste final. El DT debió irse antes, cuando las respuestas no aparecían. Pero insistió, y como tenía colgada la medalla de salvar a Newell’s del descenso, se lo bancó. Y salió mal, está a la vista.
Ahora hay que reaccionar rápido. Y hacer al equipo digno dentro de una cancha. Por Newell’s, por su historia, esa que siempre destacó Kudelka, pero por terquedad terminó deshonrando.