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Opinión: «Presidente electo, gabinete en construcción»


Por Diego Añaños - CLG

Por Diego Añaños – CLG

Habemus presidente. Luego de que las urnas emitieran un contundente mensaje de apoyo y le dieran la victoria en el balotaje por casi un 56% de los votos, la Asamblea Legislativa proclamó la fórmula presidencial Javier Milei-Victoria Villarruel como la ganadora de las elecciones. El encuentro comenzó pasadas las 15 del miércoles y estuvo presidido por la vicepresidenta, y presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner. Se hicieron presentes los 257 diputados y los 72 senadores que conforman el Congreso Nacional, reunidos en el recinto de la Cámara Baja. Luego de que se realizara la renuncia formal de Milei a su banca de Diputado Nacional, se procedió a la proclamación de la fórmula. Posteriormente, los integrantes de la misma fueron convocados para el 10 de diciembre a las 12 para prestar juramento. La sesión dejó algunas notas de color, como el cariñoso abrazo entre el libertario y José Luis Espert, y la tensa distancia que mantuvo en todo momento Carolina Píparo. Era previsible, la diputada nacional, luego de ser ungida mediáticamente como directora del ANSES, fue desplazada para dar lugar a la llegada de Osvaldo Giordano, actual ministro de Finanzas de Córdoba. Hombre de extrema confianza de Schiaretti, suma un poroto más a las victorias de Mauricio Macri en si intento de copamiento del Gabinete de lo que supo ser alguna vez La Libertad Avanza. Digo, por si todavía hay algún distraído en la sala: el Gringo, tiene profunda relación con la familia Macri, que tiene ya más de cuarenta años y se remonta a su exilio en Brasil durante la Dictadura Militar. Por aquellos años, Franco lo cobijó bajo su ala y lo empleó en Fiat Brasil, subsidiaria en la que llegó a ocupar el cargo de vicepresidente administrativo. Incluso algunos afirman que fue el mismo Franco el que le ofreció el salvoconducto para emigrar al país vecino luego de un tiempo refugiado en la provincia de Neuquén, perseguido por la Triple A. Una vieja deuda que nunca termina de pagarse, y que le sigue rindiendo buenos dividendos al hijo de su mentor.

Milei casi no llegó a bajarse del avión que lo trajo de Washington. El vuelo privado, pagado por Gerardo Werthein, empresario sindicado como candidato firme a quedarse con la embajada en Washington, aterrizó el mismo miércoles apenas pasadas las 6 de la mañana. Un brunch, una ducha, un cambio de ropa y a la Asamblea Legislativa. Cuando le preguntaron por su periplo estadounidense se mostró muy conforme y lo consideró como positivo. Sin embargo el acento lo puso en la reunión que mantuvo con el Consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, a la que calificó como extraordinaria. Durante la misma, el presidente electo enfatizó su pleno alineamiento con los EEUU, y la condena abierta a los gobiernos de Cuba, Nicaragua, Venezuela, Rusia y China. Sus colaboradores, por su parte, mantuvieron reuniones con algunos funcionarios del FMI, entre la que se destacó el encuentro con la subdirectora gerente, Gita Gopinath, que luego de la reunión twiteó: “Positivo encuentro con Nicolás Posse y Luis Caputo, asesores económicos del presidente electo Javier Milei”. No hubo muchos más detalles de las charlas, pero está abierta la pregunta acerca de qué significará la renegociación del programa. Desde hace un tiempo venimos sosteniendo en esta columna que el acuerdo estaba virtualmente caído y que era un hecho que el nuevo gobierno, fuera quien fuera el presidente, iba a tener que rediscutir los términos. La cuestión es que, conociendo el perfil de los jugadores, no es una posibilidad lejana que se resuelva tomando más deuda, y eso, inevitablemente, genera preocupaciones.

Sobre el fin de la semana, se conocieron más definiciones. Luego de la fuerte tensión vivida dentro de las filas del PRO, la disputa entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich se terminó resolviendo a favor de La Piba. Incluso en contra de las versiones que circularon el jueves, de que la ex candidata ocuparía finalmente la cartera de Trabajo, se confirmó que ocupará finalmente el Ministerio de Seguridad. No hay dudas de que la decisión de Javier Milei tendrá algún costo político. Por un lado, y en el marco de la coalición con el PRO, porque tensiona con la resistencia de Macri a que Bullrich negocie cargos por fuera del esquema de negociaciones que maneja personalmente con los libertarios. Por el otro porque dejar fuera de la elección del cargo a su vicepresidenta, Victoria Villarruel (que era la que definiría el o la ministra del área) desafía la estabilidad política dentro de su propia fuerza. La designación de Luis Caputo como ministro de Economía, no trajo demasiadas sorpresas, dado que ya venía ocupando virtualmente el cargo. Lo que sí sorprendió fue la entronización de Martín Menem como presidente de la Cámara de Diputados. La puja por el cargo tenía candidatos muy pesados (Ritondo, Randazzo y Pichetto), pero la balanza se inclinó para el lado del riojano.

Finalmente, la designación de ultra-menemista Rodolfo Barra como Procurador General del Tesoro (digamos, el jefe de abogados del Estado), comienza a abrir un nuevo panorama. Digo, veníamos preparándonos para el primer gobierno libertario, nos empezamos a acostumbrar al segundo gobierno de Mauricio Macri, pero puede terminar siendo el tercer gobierno de Carlos Menem. Para tenerlo en cuenta. De lo que no quedan dudas, vale la pena decirlo, es que será el cuarto del neoliberalismo en la Argentina.

Una para el estribo. Mientras escribía esta columna, un querido amigo, el Dr Alejandro Vila (reputado biotecnólogo de esta ciudad), me envió un recorte de Twitter de un programa de La Nación+. En un tramo del mismo, el periodista Pablo Fernández Blanco, a la sazón editor de economía del portal lanacion.com.ar sostiene que se vienen meses de alta inflación, y luego aclara: “Una cosa es la inflación mala, y otra cosa es la inflación buena”. Les resumo, para no aburrir: la mala es la que deja el gobierno, y la buena es la que trae Javier Milei, que es según Fernández Blanco, (y cito textualmente): “La inflación que te lleva a un destino mejor”. Sí, así como lo escuchan. Pobre Alejandro, era demasiado para un científico acostumbrado a los rigores lógicos del pensamiento popperiano. Pedía ayuda, quería entender. Lamentablemente no pude ser de mucha ayuda. Intenté explicarle que en la política argentina siempre existió la doble vara, incluso ensayé una metáfora para tratar de acompañar su angustia (absolutamente irreproducible al aire, como imaginarán). Se rió un poco, me reí un poco y ambos seguimos sin entender cómo es posible que alguien diga semejante animalada al aire y no se le venga el Infierno con todos sus demonios encima y lo vaporice en un instante.