Por José Odisio
Por José Odisio
Las victorias oxigenan. En un tramo final del torneo donde el físico está entre algodones, ganar es una bocanada de aire incalculable. Por eso el triunfo de Newell’s en Santa Fe tiene un alto valor. Cortó una rachita adversa que podía empezar a detonar al interinato, se consolidó en zona de Copa Sudamericana, y mira con optimismo un sprint final de cinco partidos en 19 días donde el ánimo va a ser tan importante como lo físico y lo futbolístico.
Newell’s no lució. Pero a esta altura ponerse exigente en ese rubro es demasiado pretensioso. Tuvo meritos para ganar, en especial un buen rendimiento de Velázquez, Juanchón, Pablo Pérez y Jacob. Bien complementados por Morales, Sforza y Sordo, mientras le aguantó el físico.
Y supo aguantar el resultado, con personalidad, sabiendo la relevancia de los tres puntos.
En este tramo final, donde muchos equipos luchan por entrar a las Copas y la diferencia de puntos es mínima, ganar proyecta optimismo y mete presión al resto. Y la Lepra parece un equipo encaminado.
Ganar también trajo respaldo a la decisión de Astore de mantener a Coria hasta el final. El presidente está convenvido que es lo mejor, pero su decisión será validada o cuestionada de acuerdo al resultado final: entrar o no a una Copa.
Al fin y al cabo, en esta Liga interminable de 27 fechas, los vaivenes emocionales y futbolísticos son parte del menú. Y Newell’s se muestra recuperado para el último tirón. Una buena noticia para el hincha leproso.