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Opinión Leprosa: «Todo dependerá de Heinze»


Por José Odisio

Por José Odisio

Gabriel Heinze llegó al Parque. Y si bien aún resta verlo fornalmente con la pilcha leprosa, el Gringo ya está trabajando. Desde el mismo momento que decidió escuchar a Astore, el DT empezó a pergeniar el Newell’s 2023. Obsesivo, temperamental, exigente, laburador, políticamente incorrecto. Gabriel Heinze regresa al fútbol argentino con un desafío que sabe muy bien podría ser su espaldarazo definitivo para subierse a un grupo selecto de jugadores o entrenadores leprosos. Todo dependerá de él. Del convencimiento que logre con los futbolistas; del acierto a la hora de completar el plantel; del manejo de su carácter dentro y fuera de la cancha; y de los resultados, que al fin y al cabo siempre son los que juzgan los procesos.

Tener el poder total del fútbol es una ventaja para cualquier entrenador. Pero también es una responsabilidad enorme. Heinze eligirá cada jugador que llegue o se vaya. Promocionará juveniles a su gusto. Y marcará cada movimiento logístico del plantel. Toda del Gringo, se escuchará si hay un acierto con un refuerzo o la proyección de un juvenil. También se juzgarán los errores, aunque en la previa el hincha le entregó un crédito amplio, con bastante margen de error.

El Newell’s de Heinze tiene una base de jugadores del estilo del DT. No es casualidad que el Gringo apunte a una base con Willer Ditta, Juan Sforza, Ramiro Sordo, Brian Aguirre y Guillermo Balzi. Intensidad física, dinámica y buen pie, cualquiera que cumpla con esos requisitos tendrá chances de titularidad. Pero el Gringo también sabe que en su estructura también aportará un Velázquez, o un Pablo Pérez (en especial en el vestuario), incluso Panchito González, Martín Luciabo, Tomás Jacob, Marcos Portillo y Marcelo Esponda, si se estabilizan emocionalmente.

Hay dos puntos importantes aún no resueltos: arquero y nueve. Heinze busca retener a Lautaro Morales, si no lo logra, su opción sería Lucas Hoyos. Y el nueve debe ser del estilo Scocco, difícil de conseguir, pero se hará el intento.

Heinze empieza a construir. Por ahora todo está en su cabeza. Pero el hincha sabe que se viene un Newell’s distinto, con un entrenador del gusto leproso, que conoce su historia, su paladar, su ambición. Uno que quieren todos. Y ese apoyo no se consigue tan fácil.