Por José Odisio
Ataja Arboleda. Suena lógico. Con Macagno afuera por tres o cuatro partidos, Sanguinetti le da una nueva chance al arquero que trajo como refuerzo por encima de un pibe que en debut tuvo un par de atajadas, pero tal vez sienta el peso del arco. Puede fallar, obvio. El DT confía que eso no suceda.
Juega Reasco, sale Castro. No debería sorprender a nadie. El ecuatoriano tuvo tres o cuatro ingresos muy positivos, y Castro viene en baja, sin lucir, aportando poco. Y Djorkaeff es nueve o segunda punta. En el esquema 4-4-1-1 sólo puede ingresar por García o Castro. Y Juanchón, mientras el físico aguante, no sale. Newell’s jugará sin enganche, pero tendrá más poder en ofensiva.
Entra Sordo por Francisco González. Cantado. Panchito atraviesa un momento de escaso aporte, algo perdido. Y Sordo cada vez que ingresa se destaca, aunque tenga que cargar con ese gol errado en el Clásico. Tal vez definir el partido ante Patronato le sacó esa espina. Seguro le dio titularidad.
Juega Newell’s. Y una victoria será un paso muy importante para acceder a cuartos. Banfield va a ser un duro rival, apostando su última chance de pelear por los cuatro boletos. Para ir por ese triunfo, Sanguinetti fue contra la lógica. ¿Equipo que gana no se toca? No, juegan los que están mejor.