Por José Odisio
Por José Odisio
El 2021 no será un año muy recordado por los hinchas leprosos. Deportivamente fue pésimo, un fiasco, un dolor de ojos, nada para rescatar salvo algún partido puntual que ni siquiera alcanzó para ilusionar a nadie. Y por si fuera poco sufrimiento, el cierre de año trajo dos golpazos sentimentales imposibles de digerir: los retiros de Maxi Rodríguez y Nacho Scocco.
El fútbol no es matemática. Pero muchas veces es fácil explicar un mal año deportivo. Y este 2021 fue producto de una cadena de errores que se transformó en un suplicio interminable.
El primer error, hoy lejano en el tiempo, fue sostener a Kudelka cuando el ciclo estaba agotadísimo. Y esa falla de Peratta trajo apareada la elección del Mono Burgos. Una apuesta inverosímil y arriesgada que fue tan breve como disparatada. Tuvo un “veranito” que generó alguna expectativa, pero al final rozó lo amateur. Ver un Newell’s con una única propuesta ofensiva con un lateral largo o un córner con muchos jugadores amontonados en el primer palo fue vergonzoso.
Después llegó Gamboa, con refuerzos de escaso currículum. Y quedó claro que más allá de un par de remontadas a puro huevo en el Coloso, esa postergación por contratar al Negro durante tantos años tenía un por qué. No funcionó, y terminó obligando a Astore a improvisar con un interinato de Taffarel de 9 partidos. Otra locura.
Obviamente los errores tuvieron consecuencias. El oficialismo perdió por paliza en las urnas porque el hincha no perdonó ver tan mal al equipo. Y seguramente este año de angustia y sufrimiento ayudó para que Maxi decidiera decir “basta”, y mucho más en la determinación de retiro de Nacho, que parecía tener un rato más de fútbol.
Y lógicamente volvió a encender luces de alerta con los promedios. No tanto para 2022, donde descender sólo sería posible si hay otro año catastrófico. Pero si no se acomoda el rumbo futbolístico, volverán esos tiempos de sufrimiento. Y esta vez no estará Martino, ni Heinze, ni Lucas, ni Mateo. Y tampoco estarán más Maxi y Nacho. Y entonces habrá que bajar el margen de error, al mínimo. Porque Newell’s no soporta otro 2021. Fueron demasiados golpes al corazón leproso.