Por Diego Añaños
Por Diego Añaños
La semana pasada decíamos que, a contrapelo de lo que esperábamos para este año, el 2022 se había complicado. Gita Gopinath, la subdirectora gerente del FMI proponía pensar en tres cuestiones para explicar el viraje de las expectativas: la inflación global que se acelera, la economía China que se estanca, y la política monetaria restrictiva que instrumentan lo bancos centrales alrededor del planeta. Paralelamente, la reciente decisión de la Unión Europea de suspender todas las compras de petróleo ruso que se hagan por la vía marítima seguramente metió más presión al precio del crudo que pasó de flotar en la zona cercana a los U$S115, a superar los U$S120. Algunos analistas no descartan que la escalada podría llevar el precio del crudo a niveles de entre U$S150 y U$S175. Pero el diagnóstico de la funcionaria del Fondo no para de sumar adhesiones alrededor del mundo.
Hace pocos días David Malpass, presidente del Banco Mundial, trazó un diagnóstico de la economía global. Según el economista norteamericano, que asumió su cargo un año antes de que comenzara la pandemia: “Si miramos el PBI mundial . . . es difícil ahora mismo ver cómo evitar una recesión”. Las declaraciones, hechas ante la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, apuntan a responsabilizar por el descalabro a la guerra entre Ucrania y Rusia. “La idea de que los precios de la energía puedan duplicar es suficiente para desencadenar una recesión por sí sola”, afirmó Malpass. Sin embargo, la suba de los precios del crudo, que ya han subido un 20% desde el comienzo del conflicto, no es suficiente para explicarlo todo: el aumento del precio de los alimentos y de los fertilizantes, son dos factores de primer orden a la hora de tratar de entender su dinámica.
Según los especialistas en la materia, los aumentos en alimentos como la carne picada, el aceite de girasol y el trigo permiten pronosticar un extenso período de inflación alimentaria. A esto se suma que los insumos para la producción agropecuaria vienen registrando alzas permanentes. El índice de precios de los fertilizantes de Green Markets North America, que mide los costos de la urea, la potasa, el fosfato diamónico, han subido un 14% desde la invasión rusa.
Como consecuencia, tanto los EEUU como los países de la Zona Euro, registran inflaciones inéditas, por encima del 8%, lo que ha llevado al Banco Mundial a recortar recientemente sus expectativas de crecimiento global del 4,1% al 3,2%. Si bien Malpass no adelantó cuándo podría comenzar la recesión mundial, destacó que los países emergentes enfrentan un panorama mucho más complejo y desafiante que los países más ricos.
Por su parte, el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, considerado uno de los banqueros más influyentes de Wall Street, advirtió que el mundo enfrentará en breve para un huracán económico: “Este huracán ya está aquí y viene hacia nosotros (…) No sabemos si es uno leve o la gran tormenta Sandy, así que mejor vayan preparándose”, sostuvo el financista. Aunque reconoció que la Reserva Federal de los EEUU no tenía otra salida que endurecer su política monetaria, aseguró que, el precio mínimo a pagar será un altísimo grado de volatilidad financiera global, cuando no una recesión de la economía norteamericana. Sus declaraciones se producen un día después de la reunión que tuvieron el presidente de los EEUU, Joe Biden, y el presidente de la FED, Jerome Powell, para analizar el contexto inflacionario. Recordemos que Powell se encuentra hoy bajo una inmensa presión, dado que la inflación actual más que cuadruplica el objetivo del 2%.
También sumó su opinión Charlie Scharf, presidente ejecutivo de la Wells Fargo & Co, el cuarto mayor prestamista de los EEUU al advertir que no será simple para la FED gestionar un soft landing (un aterrizaje suave) de la economía norteamericana. Según sus dichos, la inflación está impactando de manera significativa en el gasto de los consumidores, particularmente en alimentos y combustible. Scharf sostuvo que el único remedio para frenar la inflación es desacelerar el ritmo de crecimiento de la actividad económica. Sin embargo, y a pesar de lo dicho, se mostró optimista en el mediano plazo y aseguró: “Si hay una breve recesión, que no es tan profunda (…) habrá algo de dolor al atravesarla, pero en general todo el mundo saldrá bien de ella”.
Finalmente, realizó declaraciones el presidente y director de operaciones de Goldman Sachs, John Waldron. Hace 48 horas declaró que la crisis económica actual es una de las más desafiantes que ha enfrentado en su carrera. Dijo textualmente: “Este es uno de los entornos dinámicos más complejos, sino el más complejo que he visto en mi carrera. Obviamente hemos pasado por muchos ciclos, pero la confluencia de la cantidad de impactos en el sistema, para mí no tiene precedentes”, para concluir: “Se viene un shock nunca antes visto”.