Por José Odisio
Por José Odisio
Ser fiel a una ideología no está mal. Las convicciones forman parte de la personalidad, mucho más si se trata de un entrenador de fútbol. Y Kudelka es fiel a un estilo de juego, a una forma de ver el fútbol -y la vida-, que le dio resultado. Pedirle que cambie, que se aleje de sus principios suena a egoísta, y además puede ser contraproducente. Aunque el DT debe entender que la defensa de una idea está bien, siempre que no se entre a una zona de fanatismo o inflexibilidad cuando algo no funciona y hay que hacer ajustes.
Newell’s arrancó el torneo lejos de las expectativas de todos. Más allá que integra el «grupo de la muerte», dos derrotas en el inicio no estaba en los cálculos ni del más pesimista. Y en un torneo corto, sin muchas chances para pifiarla, la Lepra empieza a transitar el camino de partidos de vida o muerte, donde perder lo dejará tempranamente fuera de la pelea de arriba, y le quedará el consuelo de la zona repechaje, o como se llame, porque la realidad es que ni los propios organizadores recuerdan los nombres de estas instancias.
Obviamente Kudelka tomó nota. Nadie duda que tiene un plantel más que interesante, con jugadores de jerarquía, y si bien la pérdida de Lema fue importante, mantener al resto y sumar a Nacho Scocco lo puso entre los candidatos. Y tras dos derrotas, el DT necesita hacer ajustes inmediatos, sin ser desleal a sus ideas, pero buscando soluciones inmediatas para no entrar en una zona de desconfianza, dentro y fuera de la cancha.
El entrenador dejó entrever que podía modificar tácticamente para enfrentar a Lanús. Tal vez un doble cinco con la presencia de Cacciabue con Pérez y un volante más ofensivo como Nicolás Castro para tener más presencia en el área rival. O el ingreso de Panchito González para tener un delantero más, aunque pidiéndole el retroceso que por lógica no puede ni debe hacer Maxi. Y ahí está un gran punto, el gran problema de Newell’s en este inicio es que no pudo darle valor a la presencia de Maxi, Pablo Pérez, Palacios o Scocco. Y refugiarse en la excusa que son jugadores físicamente más expuestos no parece justo. Kudelka debe encontrarle la vuelta, potenciar a cuatro futbolistas que pueden marcar diferencia en cualquier equipo, rodearlos con otros futbolistas que los complementen físicamente. Ya pudo hacerlo en el torneo pasado, no hay razón por no lograrlo ahora.
Si Newell’s no le gana a Lanús tal vez surjan más reproches de los hinchas. Y cuestionamientos a un plantel que decididamente es de los mejores del fútbol argentino. Como dijo Kudelka: «El sábado sabremos para qué estamos en este torneo». Pero más allá de ese resultado inmediato, el DT debe hacer ajustes que le permitan mirar más allá, en ese futuro cercano de 2021, donde la Sudamericana parece ser el gran objetivo. Y descubrir si ser fiel a un estilo es el camino correcto, o reinventarse.