Espectáculos

Oficial Gordillo: «Rosario es un lugar que amo porque tiene una mística especial con el humor»


Miguel Martín regresa con su unipersonal y su alter ego para divertir a la ciudad este fin de semana. Será viernes y sábado en el Teatro Broadway

Por Mario Luzuriaga

Miguel Martín, más conocido como «el oficial Gordillo», vuelve a hacer de las suyas en Rosario con su unipersonal «Más vivo que nunca».

El humorista que vivió en carne propia el coronavirus, contará su experiencia, además de hacer muchos chistes al respecto y divertir al público.

La cita serán los próximos viernes y sábado en el teatro Broadway, pero antes de su show habló con CLG.

—¿Cómo es estar «Más vivo que nunca» después de la pandemia?

—Muy contento, estamos más vivos que nunca porque me agarró el Covid y casi me mata. Menos mal que me agarró una enfermedad china, si no la original me aniquilaba (risas). Igualmente la pasé bien hasta que me enfermé, venía pisteando como un campeón, por suerte no se fue nadie de mi familia, pero sí algunos amigos. Alquilamos una casita en el campo y afortunadamente la disfrutamos porque vivimos en departamento y entonces los chicos salían y andaban en bici.

—¿Te dio material la pandemia para trabajar los monólogos?

—Absolutamente, en el espectáculo hablo de eso. Arranco el espectáculo haciendo chistes con el alcohol en gel y digo que el comisario nos daba gelatina de vodka, y así sucesivamente.

—¿Pudiste manejarte bien con la tecnología, haciendo streaming?

—Nos fue muy bien con una ticketera de Córdoba en la que no se trababa el sistema de ventas y tampoco a la hora de transmitir.

—¿Cómo fue tu regreso a los escenarios?

—Fue una emoción hermosa y al final de este espectáculo digo que lo más importante es el público, porque el streaming era muy frío.

—¿Qué te pasa cuando tu humor traspasa fronteras?

—Te digo la verdad que no sé si lo hacen para ganar seguidores argentinos o entienden realmente. Tengo la mejor onda con los chicos y me sorprende mucho. Creo que entienden la tonada porque los tucumanos hablamos con el ‘ao’ o ‘eo’. Por ejemplo ‘vamos a comer un asao’, que eso lo tenemos de los gallegos de Galicia. Entonces se ve que por ahí viene la mano.

—¿Cómo te llevás con el público rosarino?

—Fui una sola vez e hicimos dos funciones y se llenaron, hacía un calor bárbaro y el teatro no tenía aire. Súper buena onda y nunca me esperé ese calor. Rosario es un lugar que amo porque tiene una mística especial con el humor, porque de ahí salieron dos grandes como el Negro Olmedo y el Negro Fontanarrosa. Tengo una tasa de Fontanarrosa con la que desayuno todos los días, y es un cábala para mí.