Participantes del Sínodo dedicado a la Amazonía propusieron este sábado al papa Francisco la posiblidad de que hombres casados «idóneos y reconocidos de la comunidad» puedan ser ordenados sacerdotes en la Amazonía ante las «enormes dificultades» de muchas comunidades de la zona para acceder a los sacramentos.
«Proponemos establecer criterios y disposiciones de parte de la autoridad competente, en el marco de la Lumen Gentium 26, de ordenar sacerdotes a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad, que tengan un diaconado permanente fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado, pudiendo tener familia legítimamente constituída y estable», plantearon los participantes en el punto 111 del documento de 120 párrafos entregado al pontífice.
La posible ordenación de los denominados «viri probati», que hace referencia a la constitución apostólica aprobada por el Concilio Vaticano II, fue el punto que más rechazos despertó en los padres sinodales, ya que fue aprobado con 128 votos a favor y 41 en contra.
La ordenación de hombres casados, según los padres sinodales que votaron este sábado, se propone «para sostener la vida de la comunidad cristiana mediante la predicación de la Palabra y la celebración de los Sacramentos en las zonas más remotas de la región amazónica».
Un obispo dio el visto bueno a ordenar diaconisas y hombres casados en la Amazonia
Además, según el documento, la propuesta llegó incluso a ser planteada fuera de las fronteras amazónicas: «A este respecto, algunos se pronunciaron por un abordaje universal del tema», agrega el punto 111.
Sobre la ordenación de los hombres casados, tal como se venía debatiendo durante los más de 20 días de trabajo en el Aula, los participantes hicieron hincapié en el hecho de que «muchas de las comunidades eclesiales del territorio amazónico tienen enormes dificultades para acceder a la Eucaristía».
Además, con 150 votos a favor y 13 en contra, los padres sinodales propusieron en el punto 82 «definir el pecado ecológico como una acción u omisión contra Dios, contra el prójimo, la comunidad y el ambiente».
«Es un pecado contra las futuras generaciones y se manifiesta en actos y hábitos de contaminación y destrucción de la armonía del ambiente, transgresiones contra los principios de interdependencia y la ruptura de las redes de solidaridad entre las criaturas y contra la virtud de la justicia», aseveraron.
En un documento de fuerte contenido social, los participantes plantearon en ese marco que «la codicia por la tierra está en la raíz de los conflictos que conducen al etnocidio, así como al asesinato y la criminalización de los movimientos sociales y de sus dirigentes».
«La demarcación y protección de la tierra es una obligación de los Estados nacionales y de sus respectivos gobiernos. Sin embargo, buena parte de los territorios indígenas están desprovistos de protección y los ya demarcados están siendo invadidos por frentes extractivos como la minería y la extracción forestal, por los grandes proyectos de infraestructura, por los cultivos ilícitos y por los latifundios que promueven el monocultivo y la ganadería extensiva» denunciaron en el punto 45.
En ese marco, el punto 46 afirma que la Iglesia se «compromete a ser aliada de los pueblos amazónicos para
denunciar los atentados contra la vida de las comunidades indígenas, los proyectos que afectan al medio ambiente, la falta de demarcación de sus territorios, así como el modelo económico de desarrollo depredador y ecocida».
Además, al recibir el documento de manos de los participantes, Jorge Bergoglio anunció hoy que buscará escribir «antes de fin de año» un documento pontificio que reúna sus conclusiones del Sínodo dedicado a la Amazonía.
«Una exhortación post sinodal no es obligación del Papa. Pero quisiera hacerla antes de fin de año», adelantó.
Durante su discurso, el Papa recordó además, dentro de la denominada «dimensión ecológica» del Sínodo, a la región del impenetrable.
«En mi Patria está en el Chaco, en la zona del Impenetrable, que es pequeña pero también conocemos esto de alguna manera», planteó como ejemplo.