Nueva Zelanda anunció que va a imponer una tasa especial a los turistas extranjeros para financiar el desarrollo de sus infraestructuras, en un contexto de auge turístico en el país.
El número de turistas que han visitado este país de 4,5 millones de habitantes aumentó en un tercio en los últimos tres años, 3,8 millones de visitantes en los últimos 12 meses censados (de abril 2017 a abril 2018).
«Este rápido crecimiento tiene consecuencias en los costes y la disponibilidad de las infraestructuras públicas», explicó el ministro de Turismo, Kelvin Davis.
A partir de mediados de 2019, una tasa de 25 a 35 dólares neozelandeses (15 a 21 euros, 17,5 a 24,5 dólares) se impondrá a los turistas extranjeros, salvo a los australianos.
El turismo es uno de los pilares de la economía del país. En el primer año, el gobierno espera obtener de esta tasa unos 80 millones de dólares neozelandeses, la mitad de los cuales se destinarán a infraestructuras y la otra mitad a medidas de protección del medio ambiente.