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Nueva terminal de cruceros turísticos en Buenos Aires para 2022


Una nueva terminal de cruceros turísticos será construida en la dársena A del Puerto de Buenos Aires, en una zona en la que se contempla un nuevo desarrollo urbanístico para la ciudad, lo anunció el interventor de la Administraciòn General de Puertos (AGP),, Gonzalo Mórtola, quien estimó su conclusión para 2022. 

«Es una zona que está bajo un proceso urbanístico enorme, que se completa con la restauración del hospital ferroviario y la obra del del Paseo del Bajo, y donde apuntamos a que esté la nueva terminal de cruceros, que a su vez será un edificio multifunción», dijo Mórtola a Télam. 

El funcionario adelantó que este año saldrá el pliego de licitación para ser adjudicada en 2020, y durante los dos años que pasen entre la adjudicación y la finalización del edificio, «el nuevo operador utilizará la terminal actual». 

El proyecto contempla locales y paseos comerciales, una mejor conexión con la ciudad y un punto para el arribo del transporte fluvial de pasajeros del Paraná. 

«El proyecto es abierto; hay una terminal de cruceros en Matosinhos, en Portugal. que tiene este mismo concepto, no sólo de diseño, sino también de actividades, lo que permite que vaya a tener movimiento todo el año, no será estacional», agregó. 

La terminal de cruceros, que será concesionada por 50 años, tiene una ubicación donde se prevé el nuevo emprendimiento de Catalinas, en el lugar donde se encuentra el Irízar, además de una inversión de Buquebús para su propia terminal de unos 42 millones de dólares. 

Respecto de las empresas interesadas en invertir -será un emprendimiento financiado por el sector privado-, Mórtola precisó que entre ellos hay empresas chinas, europeas y turcas que se dedican específicamente a terminales de cruceros. 

«Son los mismos armadores, desde MSC a Royal Caribbean, los que están invirtiendo hoy en el mundo en terminales de cruceros, y hay una empresa que se llama Global Ports que tiene terminales de cruceros en todo el mundo con sociedades estratégicas con distintos armadores que también están interesados, además de empresas chinas», explicó. 

La nueva terminal tendrá un capacidad límite para 12.000 pasajeros diarios, que según Mórtola «sería el ideal», aunque anticipó que «siempre pensando en alguna ampliación a futuro, porque el flujo de pasajeros va crecer y sobre todo con las otras actividades que se van a desarrollar en el edificio». 

Respecto de la actual terminal de cruceros, ubicada en la intersección de avenida Ramón Castillo y avenida De los Inmigrantes, el funcionario señaló que «es una concesión que vence en 2019, pero como el resto del puerto, lo vamos a nivelar a 2020 porque hay una de las terminales que vence ese año». 

«No es una prórroga ni una distensión, sino solamente nivelar la finalización de las concesiones, y vamos a ir justamente a la dársena de este lugar privilegiado que tiene el puerto de Buenos Aires en el que todos los turistas quieran llegar», agregó. 

Mórtola elogió a la actual terminal, a la que calificó como «envidiable para la región», pero sostuvo que «está mal ubicada, y lo que queremos es que el turista lleguen directamente al puerto y de ahí se comunique con la ciudad». 

«No hay un destino establecido todavía para la vieja terminal, y si se puede reutilizar se hará, porque al estar siendo urbanizada toda esa zona, seguro va a tener una utilidad muy interesante», agregó. 

También se refirió al tema de los costos, uno de los puntos encarados desde el inicio de la gestión para hacer resurgir el turismo de cruceros, y aseguró: «En la nueva concesión la tarifa va a bajar a mas de la mitad de lo que hoy cuesta, y no se va a cobrar ningún tipo de gasto extraordinario para estar equiparados con los otros puertos de la región». 

Mórtola enumeró que en el tiempo que se lleva de gestión se redujo la tarifa de migraciones -la administración anterior la había subido de 10 a 14- y se eliminó la calificación de fiebre amarilla para los tripulantes, que significaba un gasto de 700 mil dólares por temporada en los cruceros. 

También se redujo la tarifa de combustibles en Ushuaia y Puerto Madryn, se bajó la tarifa de la hidrovía y se invirtieron 70 millones de dólares en los puertos del país enfocados en la industria de cruceros, entre otras medidas. 

Sobre las facilidades para la llegada de esos buques, Mórtola destacó: «Había una ley que impedía a los cruceros aprovisionarse de bienes de uso y de consumo en nuestro país y lo hacían en Uruguay, mientras que hoy se está reglamentando la ley que va a permitir que los barcos pernocten en los puertos de nuestro país porque se pueden aprovisionar». 

«Cada turista gasta en promedio 135 dólares por día en las ciudades que visita, y encima esos barcos traen tripulantes, y Buenos Aires es ciudad de cambio de tripulación, con lo cual consumen en nuestras ciudades, con lo que implica en la actividad económica», añadió. 

Por otra parte, el funcionario anunció que las empresas van a buscar tripulantes argentinos -hoy no hay en ninguna- por su política de expansión que prevé un aumento de entre 60 y 80 mil nuevos tripulantes en los próximos diez años. 

«Ya estamos trabajando en eso, pero hay que saber que hay toda una parte atrás de la capacitación que tiene que ver con la ‘libreta panameña’, que es una condición para todos aquellos que trabajan arriba de los barcos», advirtió. 

Mórtola agregó que «por tal motivo estamos trabajando con ese país y su embajada en argentina, para comenzar lo antes posible y darle esa oportunidad de trabajo a miles de argentinos».