Las largas colas para comprar en comercios del centro, bares de Pichincha con un amontonamiento preocupante, concentraciones de distintos espacios políticos y falta de presencia policial en las calles encendieron las alarmas
Editorial CLG
El jueves 4 de junio, el presidente Alberto Fernández anunció la salida de la cuarentena para gran parte del país y el comienzo de una nueva etapa: la del «distanciamiento social». Desde este medio, en la editorial “Llegó la hora de la responsabilidad social colectiva”, instamos en aquel momento a un tiempo de responsabilidad colectiva, con cambios de hábitos y nuevos paradigmas de convivencia entre los seres humanos. Sin embargo, nada de eso ocurrió. A medida que se permitieron nuevas actividades en la ciudad y en la provincia, se multiplicó la irresponsabilidad social en el cumplimiento de las disposiciones y decayó el control por parte del Estado en todos sus niveles.
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Lo cierto es que controles rigurosos y campañas agudas de educación ha habido pocos y que mucha gente no colabora para mantener una situación sanitaria halagüeña. Basta salir a observar como no se respeta el distanciamiento social, ni el uso adecuado de barbijos, o se permiten reuniones o manifestaciones en donde el protocolo brilla por su ausencia y los controles también (por caso, entre otros, este viernes al mediodía en el microcentro rosarino).
En los últimos días, las imágenes de largas colas para comprar en comercios del centro por el Día del Padre, bares de Pichincha con un amontonamiento preocupante de gente, concentraciones de distintos espacios políticos y falta de presencia policial en las calles, generaron la bronca de aquellos que aún sufren las consecuencias de tener que mantener su negocio o empresa cerrada a causa de la pandemia.
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“Podemos volver atrás”, advirtió el gobernador Omar Perotti en una conferencia de prensa desarrollada este domingo en la cual anunció restricciones para quienes ingresen a la provincia. La medida no parece ser suficiente para frenar la escalada del virus en todo el territorio provincial (cerca de 50 en tres días). Claro está que para evitar una marcha atrás en las fases, y no perder lo logrado hasta el momento, tanto la provincia como los municipios deben hacer más controles, ser más estrictos en las fronteras interprovinciales y no detener la realización de testeos.
Confirman mas casos en Rosario, anoche Pichincha explotaba de gente, todos sin barbijos, gente haciendo cola para entrar a los bares, no respetan nada, les chupa todo un huevo. Mas pelotudos no van a encontrar en ningún lado.
— Nehuen (@newibianchi) June 21, 2020
Pero no solo es clave el rol del Estado, mantener la actual situación y que no se multipliquen los casos requiere del esfuerzo de todos. La gente debe colaborar y que no suceda lo de los últimos días. Depende de nosotros, todavía estamos a tiempo.