Por José Odisio
Newell’s juega ante Godoy Cruz en Mendoza, y Maxi no estará. La noticia no debería sorprender a nadie, aunque a los hinchas le duela ver cierto maltrato con un ídolo en el cierre de su carrera. Gamboa usó poco y nada -apenas 13 minutos- a la Fiera y no tenerlo en cancha no va a modificar su idea. Y la supuesta sobrecarga muscular es una forma de evidenciar el enojo de parte de Maxi, aunque hoy al DT le evita un problema, que tal vez tenga la próxima semana en un Coloso con público.
Fuera del Maxi-gate, la Lepra afronta un partido complicado. En realidad nada ha sido fácil para el equipo de Gamboa, incluso las mejores presentaciones fueron con los rivales que en la previa suponían mayores riesgos como Talleres, Estudiantes, River o Lanús; y con los más «débiles» mostró mayores dificultades y dejó puntos en el camino con actuaciones decepcionantes.
Ese es el problema principal de este Newell’s. Cada partido es un acertijo que desconcierta a propios y extraños. Y si bien Gamboa siempre realiza buenos análisis de lo sucedido, las correcciones entresemana se ven poco.
Hoy el DT decidió cambiar. Sordo y Comba ya no resistían como titulares y llegó una nueva chance para Giani y Cristaldo, dos que marcan menos pero tienen mayor enfoque en el arco rival, para no depender exclusivamente de Scocco y Castro para anotar. También entra Maccari por el deslucido Cacciabue, para intentar que se extrañe menos a Pablo Pérez y Fernández.
Cambiar no garantiza nada. Mucho menos una victoria. Pero al menos demuestra que el entrenador entiende que hace falta mover la estructura para intentar ser más regular. Porque transitar el torneo en el desconcierto no ayudará a Gamboa en un futuro cercano donde las ratificaciones siempre necesitan de resultados.