Una de las mejores voces de la lírica falleció a los 93 años en Klosterneuburg, un municipio en la periferia norte de Viena, donde residía desde hace años
La cantante lírica alemana Christa Ludwig, una de las voces más destacadas de la ópera, murió este sábado a los 93 años en las afueras de Viena, capital de Austria, su patria adoptiva.
Nacida en Berlín, la mezzosoprano recibió sus primeras lecciones de canto de su madre (también mezzosoprano) Eugenie Besalla-Ludwig, y se había retirado de la música en 1994.
Fue distinguida en 2010 con la Legión de Honor francesa y recibió el Premio Lírico Teatro Campoamor por su trayectoria, que abarcó casi medio siglo y se desarrolló durante la primera década en Alemania.
Debutó en 1946 interpretando a Orlovsky, de «El murciélago», en Fráncfort, cuando tenía 18 años: luego de actuar en teatros de Darmstadt y Hannover, llegó a la Ópera Estatal de Viena en 1955, donde interpretó un total de 43 papeles a lo largo de 40 años, convirtiéndose en una de sus principales artistas.
Cantó en el afamado Festival de Salzburgo junto al director de orquesta austriaco Karl Boehm, en el Festival Wagneriano de Bayreuth y en muchos otros festivales y auditorios importantes.
En 1964 debutó en el Teatro Colón de Buenos Aires donde se desempeñó en óperas como «Las bodas de Fígaro», «El caballero de la rosa» y «Wozzeck»,
También se presentó en algunos de los escenarios más prestigiosos como la Scala de Milán, la Royal Opera House de Londres y la Metropolitan Opera de Nueva York, entre otros.
Los reconocimientos que alcanzó también incluyeron el Doctorado Honorario de la Universidad de Música Fryderyk Chopin (Polonia) y el Premio a la Trayectoria de la revista Gramophone.
Luego de un primer matrimonio con el bajo-barítono austriaco Walter Berry, en 1972 se casó con el actor y director francés Paul-Emile Deiber, quien falleció en 2011.