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Tenía 50 años

Murió el gasista herido tras la explosión en el club Deportivo Español


José Rincón, el gasista involucrado en la explosión del pasado sábado en el club Deportivo Español, falleció esta tarde debido a las quemaduras que sufrió en gran parte de su cuerpo, informó un socio de la entidad, amigo del matriculado.

Rincón, de 50 años, se encontraba internado en un sanatorio de la localidad bonaerense de Avellaneda al que fue derivado por su obra social desde el Hospital Santojanni.

El gasista había ingresado al centro de salud porteño el pasado sábado con más del 60% de su cuerpo quemado. En tanto, Agustín Falco, el joven dirigente internado en el Instituto del Quemado con el 90% del cuerpo comprometido, continúa en grave estado, afirmaron hoy los médicos, por lo que se solicitan «urgente» 15 dadores de sangre para tratarlo.

Allegados al Deportivo Español comentaron que quienes quieran donar se deben comunicar «con el club y no dirigirse al lugar donde está internado Falco».En el parte médico de hoy se indicó además que al dirigente «se le hizo una transfusión y se le trataron las piernas, ya que la quemadura sigue avanzando y requiere raspajes en el quirófano todos los días».

Diego Elías, presidente del Deportivo Español, había confirmado ayer que el joven mostró «algunos signos positivos desde su internación». «La presión sanguínea está bien y le están funcionando los riñones y pulmones», afirmó Elías, aunque reconoció que el estado sigue siendo «crítico».

Sobre el otro herido en la explosión, Daniel Villaroel, socio del club de 41 años, José Luis Echeve, subdirector del Hospital Santojanni, afirmó a esta agencia que «está sometido a curas diarias por el servicio de cirugía plástica».
«El paciente continúa además con diálisis por una insuficiencia renal», agregó el profesional.

Por otra parte, la hinchada -conocida como La 55- y socios del «gallego» enviaron un mensaje de apoyo a los tres heridos.

«Le pedimos a toda la comunidad españolista que rece por la pronta salud de nuestros tres compañeros. Les mandamos toda la fuerza desde el fondo del alma y acompañamos a las familias en este duro momento. Sepan que estamos y no vamos a bajar los brazos», dice el escrito. Y finaliza: «Estamos destrozados pero con mucha fe de que van a salir adelante».