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Murió el arquero que salvó a un bebé y a Bobby Charlton en un accidente aéreo


Se trata de Harry Gregg, quien rescató a varias personas durante el desastre aéreo de Múnich en 1958

Se trata de Harry Gregg, quien rescató a varias personas durante el desastre aéreo de Múnich en 1958

Harry Gregg, considerado uno de los héroes del desastre aéreo de Múnich que diezmó al equipo del Manchester United en 1958, murió a la edad de 87 años, según ha anunciado este lunes la fundación que lleva su nombre.

El ex arquero de los «diablos rojos» rescató a varias personas, incluyendo un bebé y compañeros de equipo como Bobby Charlton y Jackie Blanchflower en los restos del avión que transportaba al equipo, accidentado el 6 de febrero de 1958.

«Es con gran tristeza que informamos de la muerte de la leyenda del Manchester United e Irlanda del Norte Harry Gregg», ha escrito su fundación en su página de Facebook. «Harry murió en paz en el hospital rodeado de su familia», agrega el comunicado.


Gregg se había sumado al United en diciembre de 1957 por 23.500 libras (algo más de 30.000 dólares al cambio de hoy), que en ese momento representaba la transferencia más cara de la historia para un arquero, y luego fue elegido mejor portero del Mundial de Suecia 1958.

Erigido como héroe por el propio Alex Ferguson, Gregg siempre se mostró humilde sobre aquel episodio trágico de su vida y de la del equipo de los diablos rojos. «Mentiría si dijera que lo pienso todo el tiempo. De hecho, me volvería loco», dijo en 2018 antes de una ceremonia de homenaje en la que se conmemoró el 60 aniversario del drama.

«Sé que a los medios les gustaría hablar sobre lo que sucedió. Pero, si todo lo que he logrado es lo que sucedió en Alemania, en Múnich, si mi vida se redujera a eso, entonces no habría logrado gran cosa «, dijo.

El accidente ocurrió el 6 de febrero de 1958 mientras el equipo regresaba de un partido de la Copa de Europa en Belgrado. Después de una escala en Múnich, el avión se estrelló durante el despegue en condiciones climáticas terribles. Ocho jugadores jóvenes del equipo, que acababan de ganar dos títulos de campeones consecutivamente, murieron en el desastre, mientras que el entrenador Matt Busby resultó gravemente herido.

El accidente está grabado para siempre en la historia del club, que terminó recuperándose hasta ganar la Copa de Europa de clubes diez años después, en 1968 en Wembley, sin Gregg, transferido al Stoke City a finales de 1966. Veintitrés personas murieron en el accidente. Tras la muerte este lunes de Gregg, Bobby Charlton es ahora el último jugador superviviente que sigue vivo.