Al menos once personas murieron este sábado como consecuencia del ataque a balazos de una persona en un templo judío de Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos. El sospechoso, que disparó sobre personas que asistían al oficio religioso en The Tree Life Congregation (Congregación El Arbol de la Vida), en el barrio de Squirrel Hill, fue detenido por la policía.
Entre 40 y 45 personas se encontraban en la sinagoga rezando cuando el atacante irrumpió y desató la tragedia. «Todos los judíos deben morir», gritó el hombre al tiempo que con un rifle AR-15 comenzó a disparar contra los presentes. Luego, lo hizo también con la policía que se acercó para controlar la situación.
El señalado por el hecho fue detenido. Se trata de Robert Bowers, de 46 años, un conocido supremacista blanco en comunidades en la red de neonazis y extremistas de ultraderecha. El hombre tiene un amplio historial de comentarios antijudíos y anti inmigrantes en redes sociales.
Uno de los datos más escalofriantes del ataque de este sábado es el de la muerte de dos de los once fallecidos, que se habían escondido en un sótano para escapar de lo que sucedía.
Tras esto, la policía de Nueva York, y otros estados, ha reforzado la seguridad en torno a las sinagogas, dijo la cadena NBC, según datos brindados por las fuerzas de seguridad.
En Tel Aviv.
La ciudad se solidariza con #Pittsburgh tras el ataque armado antisemita en la sinagoga. pic.twitter.com/Md8lDwU3he— Sal Emergui (@salemergui) October 27, 2018