La mayor de las concentraciones se produjo en Stuttgart donde participaron unas 2.500 personas
Miles de personas participaron de protestas convocadas en Berlín, Stuttgart y otras ciudades alemanas por diversos grupos, entre ellos los ultraderechistas, contra las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.
La mayor de las concentraciones se produjo en Stuttgart, ubicada al sur de Alemania, donde meses pasados se desarrollaron marchas multitudinarias contra las medidas contra el Covid-19. Según estimaciones policiales, por el centro de esa ciudad, capital del Land de Baden-Württemberg, desfilaron unas 2.500 personas.
Las autoridades locales dispusieron un fuerte operativo policial para impedir los encontronazos con grupos de signo contrario que pretendían salir al paso. Las fuerzas policiales advirtieron asimismo a los asistentes a la marcha contra las restricciones que ésta sería disuelta si no se cumplían las normas higiénicas y el uso de la mascarilla. En las convocatorias antirestricciones se congregan desde ciudadanos descontentos con esas medidas a seguidores de teorías de la conspiración y ultraderechistas.
En Berlín hubo, asimismo, una concentración de este signo ante la Puerta de Brandeburgo que congregó a centenares de personas. Además, se habían convocado marchas similares en Hamburgo (norte), Colonia (oeste) y Kassel (centro), esta última ciudad donde recientemente se produjeron violentos altercados entre policía y manifestantes.
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En Alemania se notificó este sábado un leve descenso de la incidencia semanal de contagio, con 131,4 casos por 100.000 habitantes, frente a los 134 reportados el viernes por el Instituto Robert Koch (RKI). En total, se verificaron en 24 horas 18.129 infecciones y 120 víctimas mortales con o por el Covid-19 -frente a los 20.472 contagios y 157 fallecimientos del sábado anterior.
Desde el principio de la pandemia se registraron en el país 2,87 millones de casos -de los que 2,5 millones son pacientes recuperados-, mientras que el número de muertes está en 76.895. A mediados de febrero, la incidencia había bajado hasta los 60 casos semanales por 100.000 habitantes.
A partir de marzo empezó a registrarse un repunte, lo que determinó al Gobierno de la canciller Angela Merkel y los poderes regionales a prolongar las restricciones hasta el 18 de abril. Desde noviembre están cerrados la restauración, el ocio y la cultura, mientras que los comercios no esenciales se sumaron al cierre en diciembre. A principios de mes se había contemplado una tímida reapertura, que quedó frenada con el repunte.
Las autoridades alemanas vienen insistiendo ante estas festividades en la recomendación encarecida de restringir al máximo los contactos y no viajar, ni dentro ni fuera del país, si no es por motivos realmente justificados.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, alertó este sábado en un discurso televisado sobre la «crisis de la confianza» que generó el Covid y reconoció los «errores» y los «reveses» en la gestión de la pandemia. «Un sentimiento de impotencia y frustración se extiende y a las preocupaciones sobre la salud, el colegio, el trabajo y la economía se añade una nueva dimensión: una crisis de la confianza. Por eso principalmente me dirijo hoy a ustedes», aseguró Steinmeier, quien el pasado jueves recibió su primera dosis de la vacuna AstraZeneca.