Portugal optó por nuevas restricciones, Suiza puso a disponibilidad de las regiones el Ejército y Francia decidió liberar las zonas más afectadas trasladando pacientes estables
La segunda ola de coronavirus golpea al mundo y los distintos países comenzaron a tomar nuevas medidas para contenerla. Desde poner a disponibilidad el Ejército, a trasladar pacientes contagiados a regiones menos afectadas o volver a restringir ciertas actividades, todos han puesto en marcha pautas para intentar frenar el rápido aumento de contagios.
El incremento del número de casos en Suiza y la tensa situación en los servicios de cuidados intensivos en los hospitales, empujaron al gobierno a poner el Ejército a disposición de las regiones que lo soliciten. Podrá intervenir para brindar apoyo a los establecimientos hospitalarios civiles en los cuidados de base y en los tratamientos generales, el prediagnóstico, la detección de casos sospechosos de Covid-19 y en la realización de test. También podrá contribuir a incrementar las capacidades en los cuidados intensivos, tanto a nivel material como con personal, informó la agencia de noticias AFP.
Los cantones (unidades territoriales) también podrán solicitar a la fuerza para transportar enfermos, precisó el comunicado. Durante la primera ola de la pandemia, el servicio farmacéutico del Ejército había entregado millones de máscaras a los comercios.
Portugal, por otro lado, acordó nuevas medidas sanitarias ante el aumento de contagios. A partir de este lunes y hasta el 23 de noviembre habrá toque de queda en 121 comarcas, incluidas Lisboa y Oporto, entre las 23 y las 5 y los próximos dos fines de semana de las 13 a las 5, informó la agencia de noticias Sputnik.
El primer ministro, António Costa, reconoció que las medidas son «durísimas» para los restaurantes y comercios, pero que esperan achatar la curva con ellas y «controlar la pandemia» para tener una Navidad «lo más normal posible». Asimismo, subrayó la necesidad de realizar controles de temperatura en el acceso a lugares de trabajo, establecimientos educativos, medios de transporte, espacios comerciales, culturales o deportivos.
En Francia, la cantidad de positivos ha puesto en jaque el sistema sanitario. La unidad de cuidados intensivos del Hospital Edouard Herriot de Lyon llegó a su límite en sólo dos meses. Por ese motivo, se decidió que los pacientes más estables sean trasladados y tratados en otras zonas del país.
Si bien como primera medida se buscan camas en otros hospitales o centros de la región, cada vez es más difícil contar con disponibilidad. Así, los enfermos deben ser trasladados. Más allá de que no pueden recibir visitas en ningún contexto, el hecho de movilizarlos genera un contratiempo para las familias y ciertas complicaciones en ese sentido.
«Estamos preocupados si nos vemos obligados, en un momento dado, a escoger entre los pacientes por criterios de edad, por posibilidades de supervivencia, algo que no nos gustaría. Enviar pacientes a otros hospitales es una manera de anticiparnos a esta necesidad de camas en las ucis, y nos permite admitir a nuevos pacientes», aseguró Laurent Argaud, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos de ese nosocomio.
Estados Unidos también se enfrenta a una situación compleja. Este lunes superó los 100.000 nuevos casos diarios por cuarta vez en los últimos siete días. Un millón de casos en diez días es la cifra que resume la realidad de la potencia del norte en este momento.
En ese sentido, el presidente electo Joe Biden se comprometió a hacer la lucha contra el coronavirus su prioridad. Así, creará un grupo que preparará un plan de choque y se pondrá en actividad tan pronto él asuma el cargo.