Opinión
Política y Economía

Opinión: «Le han dado para que pilotee un airbus a alguien que nunca remontó ni un barrilete»


Por Carlos Duclos

Las cosas para Milei y su gobierno no van bien, nada bien, todo lo contrario. Es natural, a la gente le va mal. A una acción corresponde una reacción de la misma naturaleza o fuerza, pero en sentido contrario. Es el karma. Su imagen ha caído estrepitosamente, especialmente a partir del criptogate $LIBRA, que puso en evidencia, cuanto menos, su incapacidad y la de su entorno inmediato para ciertos asuntos.

Al igual que Patricia Bullrich, fue increpado por vecinos de Bahía Blanca, y las tremendas protestas del miércoles por la tarde y la represión ordenada por su ministra seguridad, lo han puesto en una situación política más indeseable.

Pero lo más importante para su precaria imagen, sucedió pasadas las 22 de este miércoles, cuando vecinos de distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano, «espontáneamente» comenzaron a protestar con cacerolas y marcharon hacia Plaza de Mayo hasta la madrugada de este jueves. Toda una señal.

Lo cierto es que hasta los medios conservadores y hegemónicos han comenzado a criticar (con razón) a Milei y el paraguas comunicacional se limita a algunos «periodistas» (más operadores políticos se diría) que responden al poder que sustenta las políticas de Milei y que lo apoya.

El mal humor social tiene una clara base de sustentación: un ajuste que asfixia principalmente a lo que queda de la clase media con jubilados que aportaron toda una vida, pero con haberes paupérrimos, salarios de trabajadores insuficientes, desempleo, comercios con pocas ventas por descenso tremendo del poder adquisitivo y una economía enfriada y recesiva.

Esta recesión, este enfriamiento económico, es lo que ha permitido que bajara el nivel inflacionario que el Gobierno muestra como un logro cuando en realidad no lo es. Los porcentajes inflacionarios conocidos son solo «promedios» de precios de productos. De modo que aquellos productos necesarios para la vida diaria (como medicamentos, por ejemplo, costo de servicios, entre otros) han tenido una suba mayor al promedio que, además, surge de una fórmula oficial.

El Gobierno ha tratado y trata de limitar las protestas de este miércoles lamentable a la acción militante del kirchnerismo y de otras fuerzas opositoras de izquierda. Si bien puede haber algo de eso, circunscribir la situación solo a tal circunstacia es propio de quien no quiere ver la realidad o, si la ve, desestima las consecuencias porque poco le importan.

Los errores del Gobierno, a más de un año en el poder, son muchos y muestran un GPS político que manda a la sociedad hacia el sur cuando debería ir hacia el norte.

Hasta el principal aliado de Milei, Mauricio Macri, ha advertido la incapacidad gubernamental y ha tomado distancia. Es más: la agresión verbal y física entre diputados libertarios durante la sesión de este miércoles, pone en evidencia que hasta en las filas oficialistas hay diferencias. Ni hablar del estruendoso silencio de la vicepresidenta, Victoria Villarruel.

Todo esto tiene un punto que no se sabe si es culminante: gases, balas de goma, una mujer mayor herida por las fuerzas de seguridad, personas detenidas, patrulleros incendiados, un fotógrafo en grave estado por el accionar policial y todo lo lamentable que se ha visto.

«Le han dado para que pilotee un airbus a alguien que nunca remontó ni un barrilete», se escuchó decir ayer. Encima al copiloto lo sacaron de la cabina de mando. Preocupante.