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Maxi y el título con Newell’s: «Iba a pelear el descenso y terminé saliendo campeón»


La Fiera habló con el sitio oficia de la Asociación del Fútbol Argentino y no se olvidó de La Lepra. Además habló de su extenso paso con la camiseta de la selección

Maxi Rodríguez aseguró que ve «cada vez mejor» a la Selección Argentina de fútbol y elogió el trabajo de su DT, Lionel Scaloni, porque «no era fácil el recambio que le tocó hacer, pero fue encontrando un equipo sólido».

«Cada vez veo mejor a la Selección. No era fácil el recambio que le tocó hacer a Lionel (Scaloni), que venía sin experiencia y no es fácil dirigir una selección como lo es la Argentina, porque es una de las más importantes que hay en el mundo. Hay muchas presiones en todo sentido», dijo «Maxi» en una entrevista con la página oficial de la Asociación Argentina de Fútbol (AFA).

La entrevista:

A sus 39 años, y en medio de una situación social particular, el mediapunta rosarino recordó sus primeros pasos en las juveniles de la Selección nacional; la consagración en el mundial Sub 20, en 2001; la disputa de tres Copas del Mundo y sus goles decisivos que dejaron una huella en la historia. Además, dejó entrever sus anhelos cuando ya no pise más el campo de juego como futbolista.

 

– ¿Cómo estás viviendo este momento tan particular que nos toca atravesar a todos?

– Es algo nuevo para todos. Estamos tratando de hacer rutinas familiares, rutinas solo, entrenar, tratar de aprovechar mi tiempo para que sea más llevadero, porque al ser nuevo y tan extenso es duro.
– ¿Estás entrenándote de algún modo para no perder el ritmo?

– Sí, el profe (de Newell’s) nos pasó todos los entrenamientos y tenemos una plataforma para guiarnos cada uno en su casa, para hacer trabajos de lo que uno pueda, en el espacio que tenga y no estar quietos todo el día. Estamos muy acostumbrados a una rutina de todos los días, a tener horarios, a que nos digan siempre qué tenemos que hacer. Nosotros nos encontramos 8 de la mañana en el club, desayunamos a las 9 y empezamos a entrenar. Tratamos que esto no nos desestabilice, porque influye mucho en los estados de ánimo, emocionales y de entrenar todos los días, de hacerlo llevadero, de hablar entre nosotros y mantenernos en contacto diario.

– Damos vuelta la página y pasamos al capítulo de la Selección Argentina. Sabemos que sos uno de los jugadores que dejó su marca en la historia de nuestro seleccionado, habiendo sido parte de la consagración del Mundial Sub 20, en 2001, y participado de tres mundiales (Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014). ¿Cómo recordás tus primeros pasos representando a la Argentina?

– Cuando estaba en las juveniles, me marcó mucho en la etapa como jugador, como un profesional que estaba iniciando su camino. Nosotros nos quedábamos de lunes a jueves, los que éramos del interior, ahí en el Predio de Ezeiza y también hacíamos de sparring a toda la Selección de 2002. Después, en el mundial de 2002 también éramos sparring y en 2001 se hizo el mundial (Sub 20, en Argentina). Tengo los mejores recuerdos del grupo de trabajo que formamos con José (Pekerman) a la cabeza y el grupo de compañeros también fue muy lindo y creo que esos recuerdos me marcaron mucho para todo lo que vino después. Fue un aprendizaje muy rápido porque me tocó convivir con José en el Predio mucho tiempo. Y a la vez, tenía un entrenamiento con la Selección Mayor de Sparring, que estaba Bielsa en ese momento, y entonces, al ser chico uno incorpora todo más rápido y fue mucho más sencillo.

 

– ¿Cómo viviste el debut en la Selección Mayor, en 2003, que estaba al mando de Marcelo Bielsa?

– Lo viví como parte de todos sueños que uno iba cumpliendo… cosas que uno siempre veía tan lejano. Porque cuando era chico, cuando yo iba a entrenar a Newell’s en las inferiores, siempre tenía esos sueños, de estar en la Selección, de debutar en Newell’s y veía que todas esas cosas iban sucediendo. También uno lo tenía a Pekerman como el director técnico de juveniles y, bueno, estar ahí y que después que Bielsa me haga debutar eran todas cosas muy fuertes que me iban pasando, pero a la vez lo disfrutaba muchísimo.

 

– Imaginamos que esos sueños, con el tiempo, se iban renovando a tal punto que llegaste a jugar tres Copas del Mundo…

– En ese sentido, siempre soy de ponerme objetivos cortos, tratar de no soñar de acá a 10 años. Intento tener los objetivos cercanos. Siempre lo hice de esa manera. Creo que todo objetivo que me fui poniendo lo fui consiguiendo y cuando uno mira hacia atrás la película es impresionante. Uno no soñaba con todo esto, pero se fueron dando las cosas y lo iba disfrutando al máximo en cada momento que me tocó vivir.

 

– También te diste el lujo de formar parte de una final mundial, para la cual tuviste una participación clave a la hora de acceder a esa instancia. ¿Cómo lo viviste?

– Sí, cuando uno está en las juveniles sueña con jugar un mundial y dice “es lo máximo que puede pasarme”. Y me tocó jugar tres mundiales que, para la Selección Argentina, con la cantidad de historia que tiene y los jugadores, jugar tres mundiales no es fácil. La manera, sobre todo, en que me toca en Brasil, de ser partícipe de un penal decisivo y hacer que Argentina vuelva a una final mundial después de tantos años, son emociones muy fuertes para las que uno nunca está preparado, ni para las buenas ni para las malas.

Y en relación con la final, todos teníamos esa ilusión de salir campeones del mundo… Unos días antes, estábamos con una emoción muy linda, muy fuerte y después, cuando terminó el partido, estuvimos con un sentimiento muy feo y doloroso.
– No solo anotaste aquel penal decisivo con Holanda en las semifinales de 2014, sino que en la memoria colectiva, también queda grabado aquel remate al arco, faltando pocos minutos, que le dio la victoria a Argentina 2-1 ante México por los octavos de final en el mundial de Alemania 2006, al punto que se suele adjetivarte “el de los goles importantes”. ¿Cómo viviste esos momentos? ¿Hay algún otro gol con Argentina, que forme parte del podio?

 Sí, eso es un poco loco porque adonde vas te recuerdan por esos dos goles, “el de los goles importantes” y se me hace raro. El de México, que fue increíble, de la manera en que se dio todo, se da el pase a otra ronda y bueno, eso tiene un significado especial también.

El de Holanda también, son momentos que te marcan mucho. Después también hay otro que me marcó mucho que es uno que hago en las juveniles, tuve la posibilidad de hacer el primer gol y el último en la final (del Mundial Sub 20, en 2001) y uno más que sale de una jugada colectiva y termino definiendo yo de zurda, casi sin ángulo. Son goles que me agarraron en un momento muy lindo de mi carrera y cerrar un mundial con un gol también fue muy especial.

 

– ¿Cómo evaluás el presente de la Selección mayor, bajo la conducción de Lionel Scaloni con quien, además, es de público conocimiento la amistad que tenés con él?
– Con Leo (Scaloni) tuve la posibilidad de ser compañero, de jugar. Entonces tenemos un vínculo en el que nos conocemos desde hace mucho.

Cada vez veo mejor a la Selección. No era fácil el recambio que le toco hacer a él, una persona que venía sin experiencia y no es fácil dirigir una selección como lo es la Argentina, porque es una de las más importantes que hay en el mundo. Hay muchas presiones en todo sentido, hay una renovación de jugadores, que son muy buenos. No es fácil cuando siempre estas “obligado” a tratar de ganar. Pero creo que fue encontrando un equipo sólido, eso es lo más importante y cada vez está creciendo mucho más. Empezó de menos a más y el equipo cada vez se va sintiendo mejor. Eso es lo más importante y lo más difícil , que él encuentre una base sólida y decir “bueno yo tengo estos 15 jugadores, estos son mis jugadores”, pero cuando se encuentra ese conjunto es mucho más fácil y él está tratando de ir por ese camino.

 

– Cumpliste tus 39 en enero, ¿cómo te sentís físicamente en la cancha? ¿Ves muy cerca el retiro?

– Si me lo decían cuando tenía 27, 28 años que iba a estar ahora con 39 años jugando, me hubiese resultado raro pensarlo. Ahora me encuentro bien por la edad que tengo, vengo entrenando todos los días, juego, me divierto, la paso muy bien. Yo venía con un objetivo de tratar que Newell’s no se fuera al descenso, tenía una presión muy grande en mi cabeza, pero en lo personal me siento muy bien, quiero tratar de disfrutar hasta el último día y no quiero saber cuándo va a ser eso, trato de disfrutarlo. Quiero terminar este torneo de la mejor manera con Newell’s quedándose en primera y si el equipo se llega a meter en una Copa Sudamericana, mucho mejor todavía para la institución, para el grupo, porque es un equipo bárbaro también. En lo personal, esperando a ver qué sucede con todo esto y recargando las pilas para tratar de terminar lo que venga de la mejor manera.
– ¿Tenés cuentas pendientes?

– No me quedo ningún sueño pendiente, a excepción de ganar esa final del mundo. Todo lo que me propuse logré conseguirlo, hasta llegaron cosas inesperadas como el campeonato de Newell’s, por cómo se dio todo, porque uno iba a pelear el descenso y termina saliendo campeón. Son cosas muy fuertes que me tocó vivir. Soy un agradecido del fútbol.
– ¿Te gustaría seguir ligado al fútbol luego de tu retiro?

– Sí, el día de mañana me gustaría seguir ligado al fútbol. Si es a la Selección, sería algo muy lindo. Me gusta mucho todo lo que es juveniles. Hoy en día, no me veo como un entrenador, pero sí tratar de ser manager, de tener esa función. Me gusta estar cerca de los jugadores, de lo que les pasa a ellos, porque detrás de la cabeza del ser humano pasan mil cosas. A veces entrenador quiere que lo haga bien adentro del campo de juego, pero para eso el jugador tiene que estar al cien por ciento. Lo voy pensando como algo un poco más lejano, yo todavía me siento jugador y estoy disfrutando todo esto. Pero uno lo tiene que pensar porque va quedando poco en la parte futbolística.

 

– A propósito de las divisiones juveniles, ¿qué te parece el plantel de la Sub 23?

– Hay un plantel muy rico. Siempre la Selección va a tener buenos jugadores porque en Argentina siempre van a salir jugadores muy buenos. Lo importante es tratar de formarlos, educarlos y después el resultado termina llegando y, si no llega, lo importante es formar al ser humano, para cuando llegue a una primera división. Pero si uno empieza a encajar las piezas donde tienen que ir, después los frutos se terminan viendo.

 

– Para cerrar, y a colación de esta última reflexión, tenés una trayectoria muy amplia, pasaste por clubes del exterior muy importantes, como el Espanyol, Atlético Madrid, Liverpool, Peñarol, y siempre mantuviste el denominador común de la humildad. ¿Hasta qué punto creés que te ayudó a lo largo de tu carrera?   

– ¡Uf, qué pregunta! No sé, es mi forma de ser. Cuando me encuentro con gente por ahí me lo dicen, pero yo me sigo viendo como un chico de barrio, sigo yendo a visitar a mi abuela, a mi mamá, a mis tíos, a mis amigos y a mí me gusta eso. Me hace feliz volver al barrio. A veces a los jugadores se los idealiza demasiado. A mí me gusta ser de esa manera y creo que la mentalidad y la forma de ser tienen mucho que ver a lo largo de mi carrera. En esta profesión, cuando empiezan a salir las cosas y si uno se la empieza a creer, a veces se puede equivocar mucho porque “tenés todo” y las sensaciones a veces son malas. Uno tiene que tener un equilibrio tanto para lo bueno, como para lo malo y siempre me guié por tener un equilibrio mental.