Al menos 43 personas murieron sepultadas en deslizamientos de tierra en el condado de West Pokot, en el noroeste de Kenia, tras días de intensas lluvias, informaron fuentes oficiales.
«He recibido informes de los equipos de búsqueda de que el número de muertos ha aumentado a 43», aseguró a los medios el gobernador de West Pokot, John Lonyangapuo. Riadas de lodo, tras varios días de intensos aguaceros, arrasaron puentes, carreteras y viviendas enteras en los pueblos de Tapach, Nyarkulian y Parua (en el subcondado de Pokot South) y de Tamkal (en el subcondado de Pokot Central).
Un total de 16 heridos leves permanecen ingresados en el hospital del condado de Kapenguria, «la mayoría en condición estable» y solo uno de ellos «con una pierna fracturada», de acuerdo con declaraciones a la prensa del doctor Moses Deng.
«Todo se lo tragó la tierra y cuando eché un vistazo por el vecindario, las casas también habían sido enterradas. Fue impactante, no sabía por dónde empezar», asegura el keniano Raphael Pkolowo, uno de los sobrevivientes al medio local «Sunday Standard», citado por la agencia Efe.
En la tarde del sábado, el gobierno keniano anunció el despliegue de helicópteros militares y policiales para ayudar en las tareas de rescate, dadas las dificultades de acceso a algunas áreas a causa del mal tiempo y la destrucción de infraestructuras. Por su parte, el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, manifestó en un comunicado sus condolencias a las familias afectadas.
En los últimos dos meses, las lluvias torrenciales y deslizamientos de tierra e inundaciones, sobre todo, en la parte norte de Kenia, causaron la muerte de al menos 48 personas y afectaron a otras 144.000, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Estos episodios de lluvias torrenciales e inundaciones también se han repetido en Somalia -donde decenas de miles de personas han sido forzosamente desplazadas- o en Sudán del Sur, que ya cuenta con cerca de un millón de afectados, según varias ONG.
Ecologistas, ONG y miembros de la comunidad científica alertan de cómo la crisis climática está aumentando la frecuencia y la gravedad de estos fenómenos meteorológicos extremos. De los diez países del mundo más amenazados por la crisis climática, siete son africanos: Sierra Leona, Sudán del Sur, Nigeria, Chad, Etiopía, la República Centroafricana y Eritrea.