Más de un millón y medio de niños necesitan ayuda humanitaria en Mozambique, Zimbabwe y Malaui tras el paso del ciclón Idai, según informó hoy Unicef, que pidió a los donantes 122 millones de dólares para apoyar a los menores afectados por el desastre.
«La escala masiva de la devastación causada por el ciclón Idai está quedando más clara cada día», señaló en un comunicado Henrietta Fore, la directora ejecutiva de la agencia de la ONU para la Infancia.
Fore advirtió que las vidas de millones de niños y familias «están en juego», por lo que es necesario dar rápidamente una respuesta humanitaria efectiva en los tres países africanos, informó la agencia EFE.
Los 122 millones de dólares solicitados por Unicef servirían para apoyar sus acciones en la zona durante los próximos nueve meses, según el comunicado.
Unicef insistió en la importancia de actuar cuanto antes, dado que hay poco tiempo para prevenir brotes de enfermedades como la malaria o el cólera, a las que los niños son especialmente vulnerables.
Además, el organismo expresó su preocupación por el riesgo de violencia y abusos contra mujeres y niños en los refugios temporales donde residen, así como por la situación de menores que han perdido a sus familias en el ciclón.
En Mozambique, el país más afectado, se calcula que 1,85 millones de personas -incluidos un millón de niños- necesitan ayuda urgente y requerirán apoyo durante mucho tiempo por la destrucción de cultivos.
En Malawi, más de 869.000 personas se han visto afectadas por el ciclón, incluidos 443.000 niños, mientras que en Zimbabwe los afectados ascienden a 270.000, la mitad menores, según Unicef.
Otras agencias de la ONU están trabajando también en la respuesta, entre ellas la Agencia para los Refugiados (Acnur), que este miércoles llevó a Maputo, Mozambique, el primero de tres aviones con equipos de emergencia, según anunció Naciones Unidas.
Los equipos, que incluyen tiendas de campaña, colchonetas, mosquiteras o iluminación, serán distribuidos entre 30.000 personas en los tres países.
Mientras, la Organización Mundial de la Salud (OMS) está repartiendo suministros para tratar enfermedades como la diarrea y el cólera y poniendo en marcha un equipo de expertos que se desplazará a Mozambique para ayudar a prevenir brotes.
En Mozambique, el país más afectado por el ciclón Idai, se registraron hasta ahora casi 700 muertos por la catástrofe, aunque aún hay muchos desaparecidos.
Además, unas 33.500 viviendas están completa o parcialmente destruidas, y se perdieron 500.000 hectáreas de cultivos que estaban a punto de ser cosechados, según cifras oficiales.