El jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, viajará esta noche a Cuba con el propósito de estrechar los vínculos bilaterales con el flamante gobierno de la nación caribeña que encabeza Miguel Díaz-Canel, según adelantaron fuentes de la Cancillería argentina.
La delegación que encabezará Peña estará secundada por el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, y ambos serán recibidos en La Habana por el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla.
Los funcionarios mantendrán también una entrevista con el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, y con algunos de los vicepresidentes del país.
Además, fuentes del Palacio San Martín le confiaron a Télam que la comitiva argentina podría ser recibida por Díaz Canel.
El jefe de gabinete confirmó su visita a la isla a través de su cuenta oficial de la red social Twitter, al indicar que la misión buscará «trabajar cuestiones bilaterales», y consignó también que el martes estará de regreso en Buenos Aires para participar de una reunión del equipo de gobierno.
«Tendremos reuniones con el vicepresidente del Consejo de Ministros, con el canciller y con el ministro de Comercio e Inversiones», detalló hoy el jefe de ministros.
Esta semana, el Poder Ejecutivo formalizó la designación de Javier Figueroa como nuevo embajador en Cuba, que ocupaba hasta el lunes la embajada argentina en Sudáfrica, y reemplazará ahora a Ernesto Pfirter, quien a su vez volvió al país para jubilarse.
Argentina y Cuba mantuvieron una fuerte relación bilateral durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, que incluyó incluso dos visitas históricas de Fidel Castro al país, la primera en 2003 y la segunda en 2006.
Ahora la expectativa oficial es alcanzar un nuevo acercamiento a partir de la designación de Diaz Canel, quien representa un recambio generacional en el gobierno de la Revolución que se inició en enero de 1959.
Ingeniero electrónico de profesión y nacido en 1960, el flamante jefe de Estado cubano tomó posesión del cargo el pasado 18 de abril, tras ser designado por la Asamblea Nacional de Cuba.
Su antecesor en el cargo fue Raúl Castro, hermano del fallecido Fidel Castro, el histórico líder de la revolución, que había dejado el poder en 2008 debido a su avanzada edad y por problemas de salud.
Tras graduarse en la Universidad Central de Marta Abreu, Diaz-Canel se incorporó como oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), y más tarde, como cuadro de las juventudes del Partido Comunista Cubano (PCC), cumplió misiones internacionalista en Nicaragua.
A partir de 1991 ingresó al Comité Central del PCC y, tras desempeñar varios cargos en la estructura de esa organización, se sumó en 2003 al Buro Político, a propuesta de Raúl Castro, por entonces comandante de las FAR.
En 2009, Diaz-Canel asumió el cargo de ministro de Educación de Cuba y cuatro años más tarde accedió a la vicepresidencia del Consejo de Ministros, convirtiéndose en el número dos del régimen cubano que entonces dirigía Raúl Castro.
Al ser designado presidente, pronunció un discurso ante los miembros de la Asamblea en el cual reafirmó «los principios históricos de la Revolución», y aseguró que Cuba se mantendrá inalterable» en los lineamientos de su política exterior.
El acercamiento entre Cuba y Estados Unidos propiciado por el ex presidente Barack Obama -tras décadas de un enfrentamiento gestado durante la Guerra Fría- parece haber ingresado en otra fase de distanciamiento con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump.
El pasado 20 de mayo, Trump reclamó un «futuro mejor y más libre» para el pueblo cubano y denunció que el «régimen comunista» apaga el derecho a la «libertad individual» y a la «autodeterminación» de sus ciudadanos.
Sin embargo, el jueves pasado, Díaz-Canel manifestó su esperanza de que la actual postura que mantiene el gobierno de Estados Unidos «no sea eterna», y aseguró que «aún existe voluntad y puntos de contacto» como para que la relación entre los dos países «siga avanzando», según declaraciones que levantó el sitio Cubanet.