El jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, aseguró que la decisión de recurrir al Fondo Monetario Internacional en procura de un préstamo se debió a la «volatilidad» que existía en el mercado monetario nacional e internacional, y remarcó que «no es para redefinir nuestra política económica ni para reducir nuestra soberanía», al exponer su informe de la marcha del Gobierno ante la Cámara de Diputados.
Continuando con su relato, manifestó que la economía del país ya atravesó la «etapa más difícil» y tras defender las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que ahora el desafío es «lograr una mayor velocidad en el camino hacia el equilibrio fiscal».
Al brindar un nuevo informe de gestión durante la sesión informativa en la Cámara baja, el funcionario sostuvo: «Ya hemos pasado por la etapa más difícil. Al mismo tiempo, nos enfrentamos a un tiempo histórico, ya que esas herramientas como podría ser un acuerdo con el FMI o con otros prestamistas nos exigen un mayor esfuerzo en términos de poder construir los acuerdos necesarios para lograr una mayor velocidad en nuestro camino hacia el equilibro fiscal».
En este marco, Peña reiteró el diagnóstico de que la «situación de inestabilidad cambiaria» que generó una corrida al dólar y pérdida de reservas fue producto de una combinación de «factores externos e internos» que indicaban una reducción de la «confianza» en el país por parte de los inversores. «Gracias a las medidas que fuimos tomando en el diseño del programa económico y en el fortalecimiento de nuestro Banco Central pudimos contar con las herramientas necesarias para terminar con esa volatilidad», afirmó.