Madrid vivió una histórica helada que alcanzó los -10,8 ºC, un récord en el último medio siglo, lo que complica la limpieza de las calles, repletas de montículos de hielo y con una movilidad mínima de vehículos y peatones
Madrid vivió durante la madrugada una histórica helada que alcanzó una temperatura mínima de -10,8 ºC, un récord en el último medio siglo, lo que complica la limpieza de las calles, repletas de montículos de hielo y con una movilidad mínima de vehículos y peatones tras la tormenta de nieve del fin de semana.
Tras dos días de nevada en Madrid, este martes los operarios del ayuntamiento y los vecinos «seguían luchando por despejar las aceras con palas, escobas y sal gorda», precisó la agencia de noticias AFP.
El centro de la capital española continúa cubierto por las nieves del temporal o borrasca, bautizada como «Filomena», y en la provincia de Teruel, al este de Madrid, se alcanzaron los 25,4 grados bajo cero, indicó la agencia meteorológica estatal, AEMET, que describió una «gélida madrugada» con valores «históricos» y «claramente por debajo de los normales para la fecha en todo el país».
A causa de este temporal, que afectó el centro y el este de la península ibérica el fin de semana, cinco personas fallecieron, entre ellos, hay dos personas sin hogar en Barcelona, advirtió hoy el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Si bien las principales arterias de la capital fueron abiertas desde el domingo, con ayuda del Ejército, las calles secundarias e incluso vías comerciales siguen casi inhabilitadas, con árboles rotos y un tráfico mínimo de vehículos y de personas.
La policía municipal de Madrid pide precaución con el deshielo pic.twitter.com/nsCGWBgQ7W
— EL MUNDO (@elmundoes) January 12, 2021
En las últimas horas, cientos de personas fueron atendidas por traumatismos en las urgencias de los hospitales madrileños, que ya tienen que tratar también con los pacientes de Covid-19.
Además, el peso de la nieve acumulada ocasionó el derrumbe de la cubierta del pabellón deportivo del instituto madrileño Ramiro de Maeztu.
Por otra parte, la poca circulación está haciendo daño al pequeño comercio madrileño, que a los efectos económicos de la pandemia suma ahora una semana de actividad mínima.
Jorge Tato, dueño de una céntrica tienda de bolsos y complementos, dijo que tuvo «cero ventas» el lunes, y que la semana se presenta «muy complicada, porque hasta que no se despeje la calle de hielo, es difícil que la gente se anime a salir».
Además, a los inconvenientes ocasionados a causa de la nevada, se suma la falta de agua corriente que causó interrupciones de suministros en los mercados el día lunes aunque hoy Mercamadrid, la gran plataforma logística de distribución de alimentos frescos, logró abrir sus puertas.
«No va a faltar producto», aseveró en Radio Nacional de España la directora de Relaciones Externas de Mercamadrid, Ainhoa García López.
Pese a ello, dos reporteros de AFP constataron que la helada nocturna dejó también algunos edificios sin agua corriente.
Por su parte, el Canal de Isabel II, empresa pública de gestión del agua en la región de Madrid, indicó haber atendido desde el fin de semana más de 1.000 incidencias sobre congelaciones de contadores.
Finalmente, se precisó que los centros educativos cancelaron las clases presenciales por toda la semana, mientras que el metro continua funcionando, y hoy regresaron a las calles los autobuses urbanos, indicó la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT), que aclaró que «se dará prioridad a las rutas que incluyen parada en los hospitales”.
En cuanto al pronóstico del clima, AEMET anticipa que las temperaturas tendrán una leve suba, con máximas cercanas a los 10º en Madrid para el fin de semana.