El ex presidente, favorito en las encuestas para 2022, se posicionó durante su gira en Europa como un rival de la extrema derecha mundial
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien arribó a Brasil luego de una exitosa gira por Europa para apuntalar la imagen internacional de su candidatura en 2022, planea realizar el próximo año viajes por el continente americano, y en el primer lugar de la agenda se encuentran visitas a Estados Unidos y la Argentina.
«Existe la intención de hacer una visita a la Argentina pero todavía no hay una definición», dijo a Télam un colaborador de Lula, fundador del Partido de los Trabajadores (PT).
El ex presidente (2003-2010), favorito en las encuestas para vencer en la elecciones de octubre de 2022 al mandatario Jair Bolsonaro y el ex juez y ex ministro Sérgio Moro, representantes de la ultraderecha, se posicionó durante su gira en Europa como un rival de la extrema derecha mundial.
Lula fue recibido por autoridades de Alemania, Francia, Bélgica y España, países en los que agradeció, también, la solidaridad internacional por los 580 días que pasó en prisión por la pena que le dictó Moro por la Operación Lava Jato, desmontada y anulada por la corte suprema por entender que hubo persecución política y manipulación de causas.
La visita a Argentina tendría ese tono de gratitud por las señales de solidaridad internacional, debido a que en 2019 el presidente Alberto Fernández visitó a Lula en la prisión de la ciudad de Curitiba cuando aún era candidato presidencial.
El exministro de Salud y diputado del PT Alexandre Padilha afirmó hoy que Lula recibió invitaciones de todo el mundo pero quiere quiere darle prioridad al continente americano en 2022.
«El año que viene será otra agenda, Estados Unidos y las Américas. En Estados Unidos será un show ya que existe un movimiento progresista para el cual Lula es una referencia, existen movimientos de solidaridad e intereses de los inversores, que se encontrarán con todos los candidatos», dijo Padilha.
Padilha es considerado uno de los elegidos para ocupar la primera línea de la campaña electoral de Lula, aún no definida oficialmente.
Padilha dijo que uno de los objetivos de los viajes de Lula es «garantizar las elecciones y que el mundo esté atento a los movimientos de Bolsonaro durante las elecciones».
«La idea es fortalecer puentes, los cuales vamos a necesitar para sacar a Brasil el agujero en el que se encuentra», sostuvo Padilha.
Estados Unidos es el segundo socio comercial de Brasil después de China y Argentina es el tercero.
Los aspirantes para 2022 se encuentran realizando movimientos de cara a las candidaturas.
Bolsonaro, que busca una fuerza por la cual ser candidato a la reelección, por el momento no pudo afiliarse al Partido Liberal, algo que tenía previsto hacer este lunes, por problemas de articulación interna, luego de haber abandonado en 2019 el Partido Social Liberal (PSL).
El domingo, el derechista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) del expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) protagonizó un escándalo con acusaciones de fraude que provocó la suspensión de las elecciones internas para elegir el candidato presidencial.
Los aspirantes son Eduardo Leite, gobernador de Río Grande do Sul, un estado fronterizo con Misiones y Corrientes; Joao Doria, de San Pablo, y el intendente de Manaos, Arthur Virgilio.
Moro lanzó la semana pasada su candidatura por el partido Podemos, luego de haber sido un aliado y hasta ministro de Justicia del excapitán del Ejército Bolsonaro, tras allanarle el camino al poder en 2018 al haber condenado a Lula a prisión.
Otros posibles candidatos para 2022 son Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDt), y el titular del Senado, Rodrigo Pacheco, del Partido Social Democrático (PSD).